La directora chilena Marcela Said presentó hoy en la Berlinale su documental "El mocito", sobre la vida de Jorgelino Vergara, uno de los principales testigos que ha declarado contra los militares que torturaron y asesinaron durante el régimen de Augusto Pinochet.
El largometraje, de 70 minutos, tuvo su estreno mundial en la muestra cinematográfica alemana, dentro de la sección "Forum", en la que se incluyen también otras cuatro producciones de jóvenes talentos de Argentina, Brasil y Colombia.
El filme, rodado con sinceridad y cercanía, sin artificios, muestra los escombros físicos y psicológicos a los que ha quedado reducida la vida de Jorgelino Vergara, un chileno que de adolescente asistió a las torturas sistemáticas y asesinatos de la brigada de exterminio Lautaro de la Policía Secreta chilena (DINA) en el cuartel Simón Bolivar.
Vergara, que ingresó como mozo ayudante en estas instalaciones militares, describe con detalle cómo servía el desayuno a los presos, hacinados en celdas, y cómo llevaba café a los militares mientras estos forzaban a confesar a los detenidos con electrodos.
El hombre sufre el terrible drama de haberse situado involuntariamente demasiado cerca de los torturadores como para ser tratado de víctima y, en consecuencia, indemnizado, a pesar de que la experiencia le traumatizó y cambió su vida.
Así, pese a haber sido abandonado por su mujer al descubrirse su pasado y a duras penas sobrevivir en una cabaña, Vergara se embarca en la odisea legal de denunciar a los responsables de los crímenes contra los Derechos Humanos en la dictadura pinochetista.
Said muestra a un Vergara humano, locuaz cuando se dirige sin reparos a la cámara y que muestra sin tapujos su humilde día a día en la actualidad, lo que incluye abluciones en un río y la captura de cangrejos y conejos para comer.
No obstante, el documental juega constantemente con las ambigüedades, empezando por la condición de héroe o villano del propio protagonista, que mantiene un discurso zigzagueante que raya a momentos en la contradicción y la incoherencia.
Con "El mocito", la directora chilena sigue en la línea esbozada en sus dos anteriores trabajos, en los que empleando también la técnica documental abordó asuntos de cariz polémico como la dictadura de Pinochet y la organización católica Opus Dei.
Las otras películas latinoamericanas en la sección "Forum" de la 61 edición de la Berlinale son las argentina "Ocio" y "Ausente", de Juan Villegas y Marco Berger, respectivamente; "Karen llora en un bus", del colombiano Gabriel Rojas; y la brasileña "Os residentes", de Tiago Mata Machado.
La nutrida participación de América Latina en este festival internacional de cine está encabezada por la mexicana "El premio", de la directora argentina Paula Markovitch y por "Un mundo misterioso", del argentino Rodrigo Moreno, ambas incluidas en la sección oficial de la Berlinale y, por tanto, con opción a Oso.
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