La actriz y directora italiana Isabella Rossellini regresó hoy a la Berlinale convertida en presidenta de su jurado, envuelta en su característico sentido de la ironía y tres años después de estrenar en ese festival tres cortos sobre la vida sexual de la luciérnaga, la mosca y la araña.
Rossellini, de la mano del director del festival, Dieter Kosslick, asumió el cometido de juzgar entre los 16 aspirantes a los Osos como "un reto", del que espera "aprender mucho y bien", más que sentarse a "enjuiciar a nadie".
"Tal vez cuando acabe el festival yo misma habré aprendido de mis colegas a hacer el mejor cine", dijo la actriz y directora, quien se declaró "algo superada" por el cometido de "examinar, además de saborear" todo lo que verá a lo largo de los próximos nueve días de competición.
La Berlinale arranca hoy con "True grit", el remake de "Valor de Ley" de John Wayne dirigida por los hermanos Joel y Ethan Coen, que se exhibe fuera de competición.
El desfile de aspirantes a los premios se abrirá mañana, con la proyección de "Margin Call", del estadounidense JC Chandor, y "El Premio", de la argentina afincada en México, Paula Markovitch.
Rossellini es una vieja y declarada amiga de Kosslick, que antes de invitarla a presidir su jurado la había recibido ya en la Berlinale para presentar sus más diversas producciones.
La última, en 2008, para el estreno de "Green Porn", tres cortos dirigidos por la hija de Roberto Rossellini e Ingrid Bergman en que relataba la vida sexual de la luciérnaga, la mosca y la araña, de un minuto para cada insecto.
Rossellini se disfrazaba para ese fin de cada uno de personajes y se metía empáticamente en su vida amatoria, con sentido del humor y precisión.
Dos años antes, en 2006, había hecho doblete en el festival, como intérprete de "La fiesta del chivo", basada en la novela de Mario Vargas Llosa, y para presentar el cortometraje "My father is 100 years old", además de su libro "En el nombre del Padre, de la Hija y del Espíritu Santo", dedicado a Roberto Rossellini.
La polifacética actriz se colocó ahora al frente del jurado que deberá repartir los Osos, acompañada de sus compañeros de "tribunal": la productora australiana Jan Chapman, su colega indio Aamir Khan, la actriz alemana Nina Hoss, el director canadiense Guy Maddin y la diseñadora británica Sandy Powell.
No estará en Berlín, aunque mantiene su puesto simbólico como miembro del jurado, el director iraní Jafar Panahi, quien cumple condena de cárcel en su país por conspiración y al que se rindió, en la presentación del jurado, un solidario aplauso.
"Esperemos que nuestro trabajo aquí sirva también de alegato a la libertad de expresión, en todas partes del mundo", dijo Rossellini.
Kosslick, quien según ha dicho no descarta aún la posibilidad de que se permita a Panahi acudir a Berlín, invitó al director a formar parte del jurado, después de que el año anterior se le guardara ya una silla vacía en el Festival de Cannes, al que tampoco pudo acudir.
La Berlinale rendirá homenaje a Panahi, del que se proyectarán cuatro películas -entre ellas, "Offside", Oso de Plata a la mejor dirección en 2006- y se abordará además la situación del cine en Irán en una sesión de debate, con presencia, entre otros, del realizador iraní Asghar Farhadi, entre los aspirantes a premio.
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