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lunes, 21 de febrero de 2011

"03:34", Primer filme chileno sobre un terremoto, promete estremecer taquilla

El realizador chileno Juan Pablo Ternicier es consciente de que la realidad suele superar a la ficción, pero esta vez se ha propuesto echar un órdago con la grabación de la primera película chilena sobre un terremoto, el del pasado 27 de febrero, del que pronto se cumplirá un año.

En apenas una hora y cuarenta minutos, Ternicier ha querido retratar en su ópera prima el miedo y la desesperación que se desataron a las 03:34 horas del 27 de febrero de 2010, cuando un terremoto de 8,8 grados Richter estremeció el centro y sur de Chile y arrasó con medio millar de vidas.

Precisamente su largometraje lleva por título la hora en que comenzó la tragedia, 03:34, y es, aunque resulte difícil creerlo, la primera producción dedicada a un terremoto que se hace en Chile, un país donde la tierra no deja de temblar.

"Eso me pareció lo más alucinante. Lo que yo quiero como realizador audiovisual es tratar de fijar el patrimonio audiovisual de mi país, que es lo que yo conozco y es de lo que me quiero hacer cargo", explicó Ternicier en una entrevista con Efe.

"Me parecía muy interesante y una tremenda oportunidad hacerlo con un hecho como éste, que es un mito en la historia de un país, que es capaz de ponerlo en una encrucijada que puede revelar lo mejor y lo peor del ser humano", añade este realizador de 30 años.

Con un presupuesto de 1,5 millones de dólares, financiados con recursos privados, el largometraje se estrenará en Chile el próximo 7 de abril y destinará la mitad de sus beneficios a material escolar para los niños damnificados.

La cinta se iba a exhibir el próximo 27 de febrero en una sesión especial para los vecinos de Concepción, pero el acto se suspendió por respeto a los habitantes de esa ciudad, que un año después aún tiemblan ante cada nueva réplica, explicó a Efe el director ejecutivo, Cristián Zaldívar.

La película trata de recoger "la experiencia colectiva de todo un país sintetizada en tres historias" que ocurren el día anterior y posterior a la tragedia de 2010. Esas vivencias se desarrollan en paralelo, se entrecruzan y tienden a converger hacia el final, explica el director.

Una de ellas es la protagonizada por Alicia, una mujer separada que está de vacaciones con una amiga y que cuando ocurre el terremoto no se puede comunicar con sus hijos, que veranean en Dichato, una localidad sureña que quedó devastada por el tsunami que se produjo tras el terremoto.

Alicia decide entonces ir a buscarlos esa misma noche, tal y como también intentan hacer dos presos que, después de escaparse de la cárcel de Chillán, corren hasta Concepción para reunirse con sus familias.

El tercer rostro de la tragedia pertenece a Ana, una joven universitaria de 25 años que pasa sus vacaciones en Dichato junto a sus amigos, a los que el terremoto sorprende en el último día de su descanso.

En el filme también hay una pareja de ancianos que cuida a su nieta en el edificio "Alto Río" de Concepción, un bloque de apartamentos que se convirtió en el símbolo de la tragedia tras desplomarse y atrapar entre los escombros a decenas de personas, de las cuales ocho perecieron.

Para armar el guión, escrito por Mateo Iribarren, el equipo de dirección realizó "una investigación de distintas experiencias que había vivido la gente" e hizo una síntesis de las que resultaron más simbólicas, cuenta Ternicier.

El realizador basó su historia en los relatos de los habitantes del sur porque a él, que vivió otro terremoto, el de 1985, esta vez la catástrofe le sorprendió en Bolivia, donde estaba filmando.

"Abordé la experiencia del terremoto desde un punto de vista cinematográfico, no desde la experiencia personal. Eso me permitió tomar cierta distancia para acercarme de manera honesta y transparente a esa experiencia colectiva", explicó.

Para ello, en apenas treinta días un equipo de grabación compuesto por sesenta personas recorrió a finales del pasado año lugares que fueron escenario de la catástrofe, como Concepción, Dichato y Chillán, algunos de los cuales permanecen en ruinas. "Era importante que se sintiera la fuerza y el poder de los espacios devastados, porque sólo así podíamos acceder a los personajes y a la transformación que vivían ellos a raíz de la catástrofe", reflexiona Ternicier.

El tráiler, que está disponible en la página web de la película, muestra impactantes imágenes que recuerdan a las grandes producciones de Hollywood, gracias a su dirección artística, los efectos especiales y el dramatismo de las localizaciones reales.

"Lo que sucedió fue una experiencia traumática que tocó a todo un país (...) Al menos los chilenos nos vamos a ver representados en el cine, y eso para mí es muy importante", señaló el realizador, seguro de que su producción logrará estremecer la taquilla local al revivir el drama ocurrido hace apenas un año.

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