La Berlinale escenificó su solidaridad con el director iraní Jafar Panahi, encarcelado por criticar al régimen de Teherán, con la proyección en sesión especial de gala de Offside, uno de los mayores éxitos del cineasta y miembro “en ausencia” del jurado del festival.
“Seguiremos protestando en cada ocasión que tengamos contra la detención de Jafar Panahi”, aseguró el director de la muestra, Dieter Kosslick, desde la alfombra roja a los medios de comunicación.
La actriz y directora italiana Isabella Rossellini, presidenta del jurado, leyó ante los 1.600 invitados a la sesión de gala del Berlinale Palast una carta abierta del director iraní, en que expresaba su determinación a luchar por la libertad de expresión. “Como cineasta crítico me siento en la obligación de reflejar los problemas y preocupaciones diarias de mi pueblo. Espero que en veinte años hayan dejado de existir esos problemas y yo pueda hacer filmes sobre la libertad y el bienestar de mi país”, escribe.
Panahi cumple condena a cinco años de cárcel y 20 de inhabilitación para hacer cine tras ser declarado culpable de conspiración por la justicia iraní.
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