El británico Orlando Bloom, ídolo de adolescentes gracias a sus apariciones en "The Lord of the Rings" y "Pirates of the Caribbean", se siente más atractivo que nunca desde que ha sentado la cabeza con la modelo Miranda Kerr y su hijo recién nacido Flynn: "Ser padre te hace más sexy", asegura el actor.
"Al tener un hijo la seducción no desaparece. Tener un hijo me ha centrado en la dirección correcta, porque las cosas pequeñas han perdido importancia. Es el papel más desafiante que he hecho hasta la fecha y me siento bendecido", explica a Efe este actor que, aunque no quería hablar de su vida personal, no ha podido evitar transmitir su entusiasmo de padre primeri-zo.
A sus 34 años, Bloom dilata todavía su calidad de ídolo juvenil y prepara ya dos papeles para arrasar: el de duque de Buckingham en la nueva versión de "Los tres mosqueteros" -"un personaje distinto, que no llega a ser villano pero sí es como un niño grande", dice- y su vuelta al mundo élfico en "The Hobbit", película de la que no dice ni palabra. "No me dejan", se justifica.
Bloom reconoce que quiso ser actor para vivir distintas vidas y adoptar diferentes imágenes: saltó a la fama con el rubio platino de Légolas de "El señor de los anillos", luego se afilió al look "dirty-chic" del barco pirata de Jack Sparrow y ahora se prepara para la Francia absolutis-ta de "Los tres mosqueteros".
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