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viernes, 4 de marzo de 2011

El silencio de Lorna primer film de marzo en el cine “6 de Agosto”

La cartelera de marzo en el Cine Municipal “6 de Agosto” comienza con el filme de los hermanos Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne, “El silencio de Lorna”, un drama donde prima la imagen limpia, sin aderezos; personajes que viven al límite y barrios de ciudades inmoninadas.

La producción franco-italiana cuenta con la actuación de Arta Dobroshi (Lorna), Jérémie Renier (Claudy Moreau), Fabrizio Rongione (Fabio) y Alban Ukaj (Sokol), entre otros.

El argumento de esta cinta gira en torno a una joven albanesa residente en Bélgica, quien aspira comprar un bar con su novio Sokol, un tipo que sin ser guapo actúa como tal.

Para ello, Lorna se asocia con Fabio, un mafioso de poca monta. Éste organiza un matrimonio de conveniencia entre Claudy y ella para que así pueda obtener la nacionalidad.

Según el plan de éste, Lorna debería casarse más tarde con un delincuente ruso que también pretende adquirir la nacionalidad belga, pero para que este segundo matrimonio sea posible, Fabio planea asesinar a Claudy. ¿Permanecerá Lorna en silencio?

PERSONAJES APEGADOS A LA REALIDAD

El estilo de Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne es similar a sus anteriores trabajos.

“Los personajes que vemos en pantalla están pegados a la realidad y sus problemas no son las típicas ñoñerías que vemos en pantalla con frecuencia. A estas personas no les sobra el dinero, saben que una nacionalidad puede ser la puerta hacia la presunta Europa rica que puede darles lo que buscan: el dinero necesario para abrir un negocio”, señala un comentario.

Así de esta manera, Lorna se verá en las manos de Fabio, un taxista que es el que se encarga de la ingeniería sentimental y encauza sus devaneos sexuales.

ACTUACIÓN

La notable interpretación de Arta Dobroshi hace creíble y entrañable su aciaga historia personal, porque a pesar de su situación, de su coraza ante el medio, hay debajo de todo ello un corazón que late, unos sentimientos que la avalan, aunque las circunstancias la hagan perder la cabeza.

Las virtudes con las que encaran esta problemática son comunes a sus películas anteriores La promesa, Rosetta, El hijo y El niño (salvo Rosetta, todas cubiertas por cineismo) .

JUEGO DE CÁMARAS

Es importante destacar la distancia, siempre prudente, con que los directores se acercan a sus personajes. En esta ocasión, tratándose de una inmigrante venida de la otra Europa, deciden colocar la cámara unos metros más lejos, comunicando la incomprensión que les produce una persona de estas características.

Así mediante el juego de cámaras, ellos consiguen por un lado no juzgarlos ni someterlos a caprichos y, por otro lado, depositan su fe en la humanidad de los mismos, bajo la premisa que los cinéfilos puedan apreciar su capacidad para convertirse en héroes mediante acciones pequeñas, pero de gran valor.

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