Para ello, la actriz se ha despojado de cualquier atisbo de feminidad. Pelo corto, un maquillaje que hace que sus rasgos parezcan masculinos, un traje de hombre de la época, un sombrero y un bastón y... ¡voilá! Ni rastro de la mujer que hay en ella.
Esta película, basada en una historia corta del escritor irlandés George Moore y de la que Close también es productora, es un proyecto que la actriz siempre ha querido hacer. "Siempre he querido llevar al cine esta historia. Creo mucho en el potencial de esta película y la capacidad para llevar al espectador a un viaje divertido, emocionante y sorprendente".
Aunque Glenn, de 63 años, se enfrenta a uno de los papeles más complicados de su carrera, cuenta con la ventaja de que no es la primera vez que se mete en la piel de este personaje. En 1982, la actriz interpretó a Albert Nobbs en el teatro y esto es lo que dijo The New York Times sobre su actuación: "Su transformación no es sólo física. La actriz consigue comportarse, moverse y sentir como un hombre".
Glenn Close, a la que siempre recordaremos por sus actuaciones en Atracción fatal y su papel de Cruella de Vil en 101 Dálmatas, estará acompañada en el set de grabación por otros grandes actores como Mia Wasikowska (Alicia en el país de las maravillas) y Jonathan Rhys Myers (Match point). Al parecer, Amanda Seyfried (Querido John) rechazó en el último momento el proyecto.
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