A los 21 años, Tim Lake (Domhall Gleeson) descubre que puede viajar en el tiempo…
Después de otra fiesta de fin de año fallida, el padre de Tim (Bill Nighy) le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre el don de viajar en el tiempo. Tim no puede cambiar la historia, pero sí puede cambiar lo que ocurre y lo que ha ocurrido en su vida. Por lo tanto, decide que su mundo será mejor… y que tendrá novia. Tristemente, nada de todo esto es tan fácil como parece.
Tim se traslada desde la costa de Cornualles a Londres para trabajar en un bufete de abogados y acaba conociendo a la preciosa e insegura Mary (Rachel McAdams). Se enamoran, pero un desafortunado viaje en el tiempo borra el momento en que se conocieron. Vuelven a encontrarse otra vez -otra vez- y finalmente, gracias a un astuto uso del viaje en el tiempo, consigue conquistarla.
Tim utiliza sus poderes para crear la perfecta petición de mano, para salvar su boda del peor discurso por parte del padrino y para impedir un desastre profesional en la vida de su mejor amigo. Pero según avanza su curiosa vida, Tim descubre que ese don tan especial no puede protegerle de las tristezas ni de los altibajos que afectan a cualquier familia. Incluso viajar en el tiempo tiene limitaciones y puede ser peligroso.
Coprotagonizan la película Tom Hollander en el papel de Harry, el torturado dramaturgo y compañero de piso de Tim, y Margot Robbie como Charlotte, el primer amor del joven Tim.
NOTAS DE PRODUCCIÓN
El cineasta Richard Curtis deja su huella en el mundo del cine y de la televisión con personajes inolvidables que nos han hecho reír de nuestras debilidades humanas y verter una lágrima contemplando los viajes que emprendemos en nuestras vidas cotidianas.
Richard Curtis empezó trabajando como guionista de las series Not the Nine O’Clock News, La víbora negra, Mr. Bean y The Vicar of Dibley. Cuando dio el paso a la gran pantalla, sorprendió a los espectadores con los guiones de las comedias románticas Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill y El diario de Birdget Jones, lo que dio pie a su primera película como director, el éxito de taquilla mundial Love Actually, seguida por una carta de amor a la música pop de los sesenta, Radio encubierta.
DE LA PÁGINA A LA PANTALLA
Cuestión de tiempo nació a partir de una conversación que Richard Curtis mantuvo con un amigo acerca de qué harían si sólo les quedasen 24 horas de vida. “Los dos decidimos que nos gustaría pasar un día muy normal con la familia, haciendo cosas normales”, dice el director. “La idea me interesó y me planteé la forma de incorporarla a una película. Debía girar en torno a alguien que pudiera manipular el último día de otros, incluso sus vidas, y fue entonces cuando se me ocurrió lo del viaje en el tiempo”.
Añade que Cuestión de tiempo es una evolución, ya que sus primeras películas suelen girar en torno a las relaciones entre amigos: “Puede decirse que Cuatro bodas y un funeral es, en muchos aspectos, una película sobre la amistad y el amor a partes iguales”. Naturalmente, el interés por las conexiones entre personas aumentó a medida que pasaban los años. “Mi madre y mi padre han fallecido en los últimos cinco años, mis hijos ya son mayores, pero me gusta la familia. Esta película tiene tanto que ver con un hermano y una hermana, un padre y una madre, como con el amor. Además, cuando dos personas se enamoran, acabarán por convertirse en padres, algo que vemos a medida que avanza la película”.
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