Increíblemente, esta exitosa saga que comenzó en 2011 con otra película hecha casi exactamente por la mismas personas y con Warner Bros. por detrás es una parte de un proyecto mucho más amplio que nació en 1972. Ese año se fundó en Florida, sobre el océano Pacífico norteamericano, el hoy llamado Clearwater Marine Aquarium donde se rescatan animales del mar para su protección.
La historia real del delfín Winter empezó allí. Lo desenredaron de una red de cangrejos con sólo 3 meses de edad y pese a las curaciones perdió la cola. Sin embargo, con el empuje de un niño volvió a nadar. Movilizó a una pequeña comunidad para asistirlo y hasta crearon después de muchos estudios una prótesis para ayudarlo.
La historia otra vez parte de la realidad. Hace algunos años, rescataron de una situación similar a la de Winter a otra delfín hembra a la que bautizaron Hope (Esperanza). En el nuevo filme, este encuentro es vital para la segunda supervivencia de Winter.
Ello porque en el inicio de la trama el delfín de la cola artificial pierde a su compañera de estanque y como no es bueno para su salud que viva sola, corre el peligro de ser derivada a otro acuario. Sólo un milagro puede salvarla y es la llegada de una nueva compañera.
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