Padre y Ojo es la ópera prima del joven director paceño Diego Revollo, que intenta retratar el alma de la ciudad y la naturaleza que la circunda, así como las expresiones artísticas culturales contemporáneas, que se crean en esta urbe y sus historias intimas. Actualmente, el largometraje está en etapa de producción y busca fondos para concluir la producción.
"Desde que vi No yo, un monólogo de Samuel Becket, fue abrirme una puerta al cuestionamiento de mi propia pertenencia, lo que me llevaba directamente a hablar de mi familia, de los lugares en los que he crecido y de los que me siento parte". El director de la obra sostuvo que es por eso que Padre y Ojo gira alrededor de la familia, pero no sobre la visión tradicional y conservadora de ésta, sino que habla de las nuevas estructuras familiares a partir de la historia de Dado, personaje principal, y su relación con su padre, con su amigo y con su novia.
Para tener un acercamiento más íntimo con La Paz, Revollo acudió a los poemas de Guillermo Bedregal García, un joven poeta que murió a los 22 años en 1974. Asimismo, el filme cuenta con el apoyo de la artista paceña Éricka Ewel, quien prestó sus pinturas para reforzar el tratamiento de lo femenino en la película. Por otra parte, la película contará con la música experimental de Nicolas Uxusiri, quien está a cargo del sonido.
Debido a que Revollo tomó la decisión de no postular a fondos internacionales de desarrollo, autogestiona su producción. Sin embargo, le falta presupuesto, por lo que espera recibir apoyo de instituciones públicas y de la empresa privada. "El rodaje cuesta más de 25 mil dólares, que es poco para una película, pero es harto en nuestro medio".
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