LA HISTORIA
Thomas se despierta en un ascensor, que asciende lentamente. Cuando la caja se detiene y las puertas se abren, Thomas se ve en medio de un grupo de chicos que le dan la bienvenida al Claro: un enorme espacio abierto flanqueado por gigantescos muros de hormigón. Su mente está totalmente en blanco. No tiene ni idea de dónde está, no sabe de dónde viene y no puede recordar ni a sus padres, ni su pasado, ni siquiera su propio nombre.
Ni Thomas ni el resto de sus compañeros saben cómo ni por qué han llegado al Claro. Sólo saben que las gigantescas puertas de hormigón que conducen al Laberinto se abren cada mañana. Que todas las noches, con la puesta de sol, se vuelven a cerrar. Y que, cada treinta días, un chico nuevo llega en el ascensor. El predecible comportamiento del Laberinto hizo que la llegada de Thomas fuera esperada. Lo que no era esperable es que la caja apareciera de nuevo, menos de una semana después, portando a Teresa, la primera chica en llegar al Claro.
Thomas descubre que cada habitante del Claro tiene asignada una tarea, desde trabajos de jardinería o construcción a ser uno de los corredores de élite que elaboran el mapa de los muros del Laberinto que los mantiene cautivos y cuya configuración cambia cada noche. Los Corredores del Laberinto corren contrarreloj intentando cubrir el mayor terreno posible antes de que acabe el día, cuando el Laberinto se cierra herméticamente y los mortíferos Laceradores biomecánicos deambulan por las galerías de la gigantesca estructura de hormigón.
Aun siendo un recién llegado o “novato”, Thomas siente una inquietante familiaridad hacia el Claro y el Laberinto. Hay algo profundamente guardado en su memoria que, de hecho, puede ser la clave para resolver los misterios del Laberinto y, tal vez, del mundo que se encuentra más allá.
BASADA EN UN LIBRO
The Maze Runner: Correro o Morir, está basado en el primer libro de la popular colección escrita por James Dashner. Publicada en octubre de 2009, la novela se situó entre los libros más vendidos de la lista del New York Times y avivó la imaginación de lectores de todo el mundo, que la describieron como una mezcla de Lord of the Flies, Los juegos del hambre y la legendaria serie de televisión Perdidos. Dashner entiende el porqué de tales comparaciones, sobre todo con El señor de las moscas, pero señala que The Maze Runner: Correro o Morir es en el fondo una historia muy diferente. “Yo no creo que los personajes actúen como lo hacen los de Lord of the Flies”, explica. “Yo creo que éstos son más civilizados y disciplinados y están decididos a sobrevivir y escapar. The Maze Runner: Correro o Morir es una historia de aventuras que también habla sobre la esperanza y el gran potencial del espíritu humano”.
El libro llamó la atención de los productores Ellen Goldsmith-Vein y Lee Stollman, de la compañía de producción y representación artística The Gotham Group. “Nosotros vemos muchos libros de literatura juvenil”, señala Stollman. “Y lo que buscamos siempre es la creación de un gran universo, con personajes identificables y que, además, sea algo que no hayamos visto anteriormente”, que es exactamente lo que encontraron en el libro de Dashner.
Para conseguir una fiel adaptación de la novela a la pantalla, los estudios recurrieron al productor Wyck Godfrey, de Temple Hill Entertainment, que ha disfrutado de un extraordinario éxito con la saga cinematográfica de Crepúsculo. Godfrey reconoce que fueron sus hijos Wyatt y Hudson quienes le dieron a conocer la colección de libros de The Maze Runner: Correro o Morir. “Dije inmediatamente que sí cuando 20th Century Fox me dio esta oportunidad porque mis hijos, por fin, se sentirán felices de que haga una película que a ellos les interesa”, afirma.
Con el fin de plasmar en pantalla las expectativas de los más recalcitrantes fans de The Maze Runner: Correro o Morir, producción recurrió al realizador Wes Ball, quien dirige aquí su primer largometraje.
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