Doña Eulogia vive en una comunidad del altiplano de La Paz, Emilio es pintor y Víctor es panadero. Los tres son ciegos y los une el sueño de recuperar la visión a través de una operación.
La búsqueda de estos personajes para materializar esa ilusión es narrada en Gabor (2012), un documental dirigido y producido por el argentino Sebastián Alfie, hace 11 años afincado en Barcelona (España). La cinta fue estrenada este mes en España y cosechó éxitos en las carteleras de las salas de cine de Barcelona y Madrid.
Dos años antes, Alfie recibió el encargo de filmar un corto documental para la ONG Ojos del mundo. El objetivo de la cinta era mostrar su labor con personas invidentes y de escasos recursos en el altiplano boliviano.
Entonces, el cineasta aceptó la invitación. Al comienzo del proyecto, buscó una cámara que permitiera filmar objetos muy pequeños con gran precisión y encontró a la única persona que alquilaba un equipo de esas características en toda España: Gabor Bene. Él era un director de fotografía húngaro retirado que había perdido la vista 10 años antes. Después del primer encuentro con Bene, Alfie decidió que, aparte de rodar el corto que le pidieron, iniciaría su propio largometraje. "Al conocer a Gabor comprendí que su historia era demasiado interesante como para no ser contada”, indicó el director en su página web.
Entonces, el cineasta argentino invitó a Gabor a formar parte de la película como director de fotografía y protagonista, porque consideró que sería el personaje ideal para su ópera prima.
En 2012, los dos llegaron a Bolivia para rodar el documental, en el altiplano del país. En ese proceso, la historia de Gabor se unió a la de los bolivianos Eulogia, Emilio y Víctor para dar vida al filme.
Para el rodaje, el equipo contó con actores y técnicos bolivianos. Uno de ellos fue el actor Juan Carlos Aduviri.
"El poco tiempo que estuve con la producción fue extraordinario”, dijo Aduviri, quien fue entrevistado para la cinta.
El filme muestra cómo Gabor se sirve de su memoria y múltiples años de experiencia para tomar las decisiones idóneas ante cada escena. "Gabor tenía una capacidad extraordinaria para entender la fotografía. Sabía qué trucos utilizar para filmar de noche, por ejemplo”, contó el actor de También la lluvia.
Hasta la fecha, el documental ganó el premio al mejor director y premio del público en la Sección Oficial de Documentales del Festival de Cine Español de Málaga 2014. También ganó como el mejor documental español, Premio del Canal +, en el festival Documenta Madrid de 2014. Sin embargo, hasta ahora, la proyección del filme no está programada en las salas del país. Al respecto, el crítico de cine Sergio Zapata dijo que el aporte de este tipo de documentales para la industria cinematográfica nacional es mínimo. "Es triste porque sólo usan a Bolivia como paisaje. La participación a nivel de equipo técnico y actoral es reducida y secundaria. Se debería tener políticas más claras, que generen beneficios para el país y para el gremio”, sostuvo.
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