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lunes, 2 de marzo de 2015
El cine es libre y gratis en la Escuela Popular de La Paz
En el barrio Sopocachi de la ciudad de La Paz, un grupo de jóvenes, encabezados por Sergio Zapata y Mauricio Ovando, lleva adelante la Escuela Popular de Cine Libre, cuya finalidad es dar a los jóvenes y adultos paceños las herramientas necesarias para iniciarse en la producción cinematográfica, en la creación de guiones, en el montaje, la fotografía y cualquier otro elemento que sea útil a la hora de filmar, y todo de manera gratuita (La escuela es libre y gratuita, es el lema).
El proyecto de la escuela nació en 2011, cuando Zapata y un grupo de amigos concibieron la Escuela Popular para la Comunicación, que funcionó hasta noviembre de 2012 en el barrio Chasquipampa. Ahí, estudiantes de colegios aledaños recibían capacitación periodística, les enseñaban cómo hacer trabajos audiovisuales, también grafitis y, como el barrio era una zona de pandillas, se articularon con estas a través del hip-hop, llegando a realizar algunos festivales callejeros de este género musical.
En ese tiempo ofrecieron un taller de documental, de fotografía y uno de cine y montaje, en el que participó Joaquín Tapia, que acaba de presentar su cortometraje Primavera en el Festival internacional de Cine de Berlín.
Surgimiento
Por diferentes problemas, la escuela popular se vió forzada a salir de Chasquipampa, fue entonces cuando el centro cultural Casa Espejo les ofreció sus instalaciones de Sopocachi, y Zapata, Ovando y otros amigos gestaron la Escuela Popular de Cine Libre, que hasta ahora ha tenido más de 100 alumnos (400 sumando la época en Chasquipampa, sin contar las visitas a las escuelas) en sus dos años de vida.
“En la escuela se maneja un pensamiento: el cine es una idea, no una tecnología, no es el aparato con que filmas”, dice Zapata, de 31 años. “El cine es una posición frente a la realidad, no una tecnología en la realidad o en la puesta en escena”, acota, mencionando que se enseña cómo hacer filmaciones desde equipos como un simple teléfono celular .
Los estudiantes que asisten a los talleres no están obligados a pagar nada, pero se reciben aportes voluntarios, indicó Zapata; de la misma manera, los docentes que los imparten lo hacen de manera gratuita. “Acá hay una clara muestra de una ruptura generacional en el cine porque los docentes son menores de 35 años y cuestionadores de nuestra tradición cinematográfica y a favor de la piratería y la educación”, señaló Zapata.
Entre estos docentes se puede mencionar a Miguel Hilari, Pamela Romano, Diego Revollo y Jéssica Freudenthal.
Modalidad
La escuela de cine tiene un plan de estudios dividido en trimestres, aunque el modo de la didáctica se suscribe a la educación alternativa y se busca la creación de contenidos en cada sesión, explica Zapata.
Para comodidad con los estudiantes se decidió que las clases se realicen los viernes y sábados por la noche. Actualmente están con un taller que se inició el 7 de febrero, que consta de los módulos Ver y Poder, Quebrar la pantalla y Taller de edición
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