Cuando el cineasta Juan Carlos Aduviri decidió participar en un taller de actuación y cine dirigido a jóvenes sordos, no tenía idea de que él sería el que aprendería un nuevo lenguaje.
"Los términos técnicos que se manejan en cine no tienen interpretación en señas. Así que tuvimos que encontrar la manera para decir palabras como dolly o close up”, contó Aduviri.
Este proyecto nació el año pasado, cuando el actor, quien fue nominado al premio Goya por También la lluvia (2010), fue invitado a realizar un taller de actuación dirigido a niños sordos.
"Después sugerí hacer algo ambicioso. Entonces, salió la convocatoria de la Cooperación Obrera Suiza, Cosude, para un concurso donde se podían presentar este tipo de proyectos. Jesús Carrizo se hizo cargo, yo le colaboré, lo diseñamos juntos y nos aprobaron”, contó Aduviri.
Según el actor, la propuesta consistió en realizar un taller de actuación y cine para jóvenes sordos que denominaron El lenguaje de Dalia. Y el resultado de este curso se filmó en estos tres cortometrajes.
"Pensamos que iba a ser relativamente fácil porque tengo mucha experiencia en dar talleres de actuación y de cine, los he dado en todas partes de Bolivia y hasta en el extranjero. Pero se complicó porque teníamos que pensar en cómo ser didácticos y pedagógicos con jóvenes que tienen este problema de no poder oír”, contó.
Entonces, los dos realizadores reunieron personas e instituciones especializadas en pedagogía para sordos y diseñaron un sistema para transmitir los conocimientos audiovisuales y actorales. "Con todo ese apoyo arrancamos el taller el 9 de marzo. Primero realizamos ejercicios prácticos de cómo mover el cuerpo. Como su forma de comunicarse es el lenguaje de señas, buscamos aprovechar ese extraordinario movimiento que tienen en el cuerpo”, detalló.
Después, el grupo de 18 personas aprendió lecciones básicas de cinematografía, como manejo de cámaras y narración de historias. "En esa segunda etapa del taller abordamos qué tipos de historias íbamos a contar en los cortometrajes. Ahí salieron tres relatos muy buenos e interesantes”, añadió.
El lunes, los jóvenes comenzaron a rodar sus primeros tres cortometrajes. El mismo día concluyeron el primero y hoy filmarán el segundo. "El primero está basado en un hecho real. Trata de un joven sordomudo que salió de una fiesta bastante mareado y se equivocó de casa. Los dueños salieron, lo confundieron con un ladrón, y como el muchacho no se pudo hacer entender, salieron los vecinos y ejercieron la justicia comunitaria”, relató Aduviri.
La segunda pieza se ambienta en un minibús y retrata las dificultades que enfrentan los sordos en la sociedad. El tercer cortometraje muestra la poca preparación que tienen las instituciones para atender a las personas con capacidades especiales. "Este taller busca encontrar herramientas de inclusión, y el arte quiere serlo. Entonces estamos hablando de un proyecto inclusivo”, acotó.
Aduviri adelantó que estrenarán los cortometrajes a mediados de abril en la Cinemateca Boliviana. Luego, los filmes serán difundidos en Bolivia TV.
No hay comentarios:
Publicar un comentario