La actriz británica Kate Beckinsale viste de nuevo su malla de látex para ponerse en el papel de la vampira Selene, en la última entrega de la saga de horror Underworld sobre la lucha entre los nocturnos chupasangre y los primitivos hombres lobo. Sangre, tripas, peleas inverosímiles y vueltas de tuerca hilarantes de tan excesivas son la marca de agua de una saga que se inició en 2002 y que entrega hoy su quinta edición: Underworld - Blood Wars.
Dirigida por Anna Foerster (Criminal Minds), la cinta está coprotagonizada por Theo James, estrella de la serie Divergente, y Lara Pulver, de Sherlock. En ella, la vampira guerrera Selene tiene que defenderse de los ataques de los brutales "licántropos”, así como de una facción de su clan de vampiros que la ha traicionado y quiere el poder.
La simpleza del guión contrasta con la propia Beckinsale, una respetada actriz que hace campaña en Los Ángeles por una aplaudida película de época mientras promociona en Miami esta saga "gore” que da a sus fans un placer culposo.
La intérprete de 43 años fue nominada al premio Critics Choice a mejor actriz de comedia por Love & Friendship (basada en una novela de Jane Austen), aunque perdió el galardón en la ceremonia en diciembre. Pero para Beckinsale, quien transita fluidamente entre distintos géneros, no hay contradicción entre el papel de heroína sexy de malla ajustada y su rol en la industria del cine como inspiración para las mujeres.
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