Desde hace 19 años Mariela Menacho es la encargada de que el cine Bella Vista funcione. Ella, lejana a la farándula y más metida en sus buenas acciones, ha mantenido el negocio familiar firme, a pesar de la llegada de las salas cinematográficas transnacionales. De risa alegre y contagiante, en ningún momento se deja vencer, más aún, afronta cada situación con la "alegría que le da Dios", como asegura sin dudar. Su compañero de vida, Alfonso Saavedra Bruno, la describía como una indestructible roca en el mar. Selectiva para ver películas confiesa que no es mucho de instalarse frente a la pantalla grande. "Yo las vendo nomás", dice entre risa. Creadora de la Fundación Bolivia en Acción, beneficia cada año a niños de los hogares. "En estos tiempos la satisfacción de trabajar con niños es muy grande", agrega.
Más que un negocio, una tradición familiar. El Cine Bella Vista fue la primera multisala de Santa Cruz y su existencia es el reflejo de la prosecución de una tradición familiar. "El bisabuelo de mi difunto esposo, Don José Bruno, fue un italiano visionario que estableció el primer cine en la ciudad llamado Cine Roma y después fundó el Cine Palace. En aquellas épocas, se realizaban las "vistas públicas" para las personas de escasos recursos. Y como no existía la costumbre de ir al cine, a Don José se le ideó tener una heladería en el local. De tal manera que por la compra de un helado, se podía ver una película. "Ese principio nosotros lo hemos mantenido, acoplando la venta de entradas con el recibir pipocas gratis. Esto desde hace dos décadas", cuenta Menacho.
El cine, un medio para transmitir valores. La dueña de las salas cinematográficas asegura que su empresa es un medio para seguir trabajando en la transmisión de valores. "Estoy constantemente realizando programas educativos con mi fundación y con el programa llamado “Revolución del bien construyendo tu futuro”.
La competencia de los grandes. Menacho, recuerda que en su momento tuvieron serias dificultades con el ingreso de las transnacionales, propietarias de grandes multisalas. "En complicidad con los distribuidores nos dejaban sin películas para proyectar. Todas las copias las centraban en un solo complejo. Por ello, fuimos los primeros en utilizar la nueva tecnología Digital 3D y 4K. Desde ese momento no existieron más pretextos para no darnos las cintas", cuenta con tono de triunfo y enfatiza que su satisfacción se resume en décadas de funcionamiento y un excelente servicio con precios económicos y accesibles.
"Somos el único cine independiente en Santa Cruz que no ha cerrado sus puertas a pesar de una desleal competencia".
El Hombre Araña en el Bella Vista. Entre sus hazañas de estrategias de Marketing, que son permanentes, y que les ha permitido sobrevivir en el mercado, se han dado anécdotas que hasta ahora le sacan una buena carcajada a Menacho. "Cuando salió la película “El Hombre Araña” realizamos un show personificando a este personaje. Tan espectacular fue el show que al día siguiente un taxista, quien transportaba a una de nuestras secretarias, le dijo: ”Cuánto les habrá costado traer al Hombre Araña”.
"También recuerdo los comentarios de los niños que invitábamos de los hogares de huérfanos: cuando era la primera vez que entraban al cine comentaban: “qué televisor tan grande”, cuenta Menacho, que acompañada de sus tres hijos, Mariela, Armando y Judy, mantienen a flote la que vendría a ser la única casa cinematográfica independiente de la ciudad.
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