Remake del thriller Going in Style que dirigió Martin Brest en 1979, esta versión la dirige Zach Braff (Ojalá estuviera aquí, Algo en común) y cuenta con un guion escrito por Theodore Melfi. Los actores protagonistas son Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin (Navidades. Completan el reparto Ann-Margret.
LA HISTORIA
Willie (Morgan Freeman), Joe (Michael Caine) y Al (Alan Arkin) son tres amigos jubilados a los que el sistema les ha congelado su plan de pensiones. Desesperados porque no pueden pagar las facturas, están decididos a recuperar su dinero. Los tres ancianos deciden entonces arriesgarlo todo y embarcarse en un temerario plan que consiste en atracar al mismísimo banco que se quedó con su dinero.
PLAN MAESTRO
El capitalismo es cruel en muchas facetas de su desarrollo, y es más brutal en contra de los adultos mayores que han abonado con sus vidas al sistema mismo. Más claro no canta un gallo cuando esto se demuestra con razones en la comedia Un golpe con estilo.
No se trata de un guion que diga algo novedoso sobre la tercera edad en los límites del mencionado sistema económico que se expande como los ríos en la llanura.
En Un golpe con estilo su premisa está clara: los ricos con sus bancos viven de los pobres y los pobres de trabajar. Sin embargo, el filme no se permite que esa premisa sociopolítica altere su rumbo narrativo ni la eficacia de su humor, a media máquina, pero agradable.
Ese es el mérito conceptual de esta película: su denuncia nunca es machacona, lo importante es hacer la querella sin perder el buen humor. Pues sí, y como se dice que ladrón que roba a ladrón tiene demasiados años de perdón, pues he aquí que tres jubilados a los que el sistema ha dejado desempleados y les ha robado sus jubilaciones se toman la ley con sus manos: asaltar un banco.
Es, entonces, cuando deciden prepararse por encima de las dificultades propias de sus edades para robarle al banco el dinero que este, dicen ellos, les ha robado antes. El humor es ingenioso, no solo por sus acontecimientos, sino también por sus diálogos, que corren como moralejas.
Así como la mosca busca la miel, así tendremos el asalto al banco, sus antecedentes y consecuencias, más nuestras sonrisas. Lo mejor es el sabor con que se toman sus papeles tres viejos actores, tan frescos como lechugas, quienes contagian con sus modos de sacar adelante sus personajes.
Ellos son Alan Arkin, Morgan Freeman y el excepcional Michael Caine. Parece que los tres fueron dejados por la libre, qué dicha, por el director Zach Braff (protagonista de la serie Scrubs).
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