"Los viajes de Gulliver" es una de las historias que forma parte del imaginario colectivo infantil y las nuevas generaciones tenían que tener su nueva versión, que no aporta nada y que se limita a ser un vehículo para el exclusivo lucimiento de Jack Black.
Black, uno de los cómicos más populares de Estados Unidos y protagonista de filmes como "Year one" (2009) "Tropic thunder" (2008) o "School of rock" (2003), es la estrella absoluta de una película en la que está rodeado de meros comparsas para no hacerle sombra.
Un protagonismo excesivo tanto por su exagerada interpretación como por el desarrollo de una historia en la que es tan importante el Gulliver que le da título como los habitantes de los mundos que pisa.
Algo que parece haber olvidado el director, Rob Letterman, salido del cine de animación ("Monsters vs Alliens") y que no parece encontrarse a gusto entre personajes de carne y hueso.
Porque uno de los principales fallos de esta enésima adaptación del relato de Jonathan Swift es la falta de credibilidad de unos personajes que en sus anteriores versiones -la mayoría de animación- tenían una mayor entidad.
Pero, la idea de que Black sea el superprotagonista hace que el resto de la historia y de los personajes naveguen sin rumbo a su alrededor, lo que redunda en una total falta de profundidad narrativa.
Ello no se justifica por el hecho de que sea una película de vocación claramente infantil. En un momento en el que el cine dedicado a los más pequeños es cada vez de mayor calidad."Gulliver's travels" se estrena esta semana en todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario