ARGUMENTO
Cuenta la extraordinaria historia real de la insólita amistad surgida entre la Reina Victoria (Judi Dench) y un joven criado, Abdul Karim (Ali Fazal), que se convierte en su profesor, su consejero espiritual y su amigo incondicional.
SOBRE EL FILME
En 1887, Abdul viaja desde la India para participar en la ceremonia de celebración de los cincuenta años de reinado de Victoria y se queda sorprendido al descubrir que la soberana se interesa por él. Esta extraordinaria relación sin precedentes desata una auténtica batalla campal en la residencia real, enfrentando a la reina contra toda su corte y familia. La reina Victoria y Abdul explora con humor cuestiones polémicas como la raza, la religión y el poder, así como la farsa del imperio inglés, a través del prisma de una amistad tan inusual como conmovedora.
La oscarizada actriz Judi Dench vuelve a unirse a Stephen Frears, nominado al Oscar, para interpretar a la Reina Victoria en La reina Victoria y Abdul.
El guión de La reina Victoria y Abdul lo firma Lee Hall (Billy Elliot), nominado al Oscar, que se basó en el libro de la periodista Shrabani Basu, ‘Victoria & Abdul: The True Story of the Queen’s Closest Confidant’, una obra que ha sacado a la luz la historia que permaneció oculta durante tanto tiempo, a partir de los diarios y cuadernos de sus protagonistas.
La Reina Victoria pasó a la historia como la emblemática líder que gobernó un imperio que se extendía a lo largo y ancho del mundo, pero... ¿quién era Abdul?
“Ella era la Reina de Inglaterra y él, un humilde criado de la India”, nos cuenta la autora, Shrabani Basu. “Su amistad revolucionó la vida en palacio y casi llegó a provocar una revuelta contra la soberana”.
La historia de su amistad, deliberadamente oculta durante un siglo, ahora da el salto a la gran pantalla con La reina Victoria y Abdul. En 2001, Basu andaba investigando un libro sobre la historia del curry. Así fue como se enteró de que la Reina Victoria era una gran aficionada a este plato. Basu visitó el Castillo de Osborne, la residencia de Victoria en la Isla de Wight, y se quedó muy intrigada al ver dos retratos y un busto de bronce de un indio de porte regio. En el vestidor de la reina vio otro retrato del mismo indio, situado justo debajo de su amado John Brown. Por si fuera poco, la Sala Durbar de Osborne, atestada de tesoros de la India, era un monumento a la fascinación de Victoria con “la joya de la corona”; aunque era la Emperatriz de la India, el hecho cierto es que nunca visitó el lejano territorio. Basu señala: “Por razones de seguridad, no pudo viajar a la India, así que hizo que la India llegara a ella”.
En 2006 visitó Balmoral, el castillo de la soberana en las Tierras Altas de Escocia, donde vio Karim Cottage, la casa que Victoria mandó construir para Abdul. Se dio cuenta de la importancia que debió de tener aquel misterioso indio conocido como “el Munshi” (profesor), y se propuso averiguar quién era.
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