La historia. Gargamel, el malvado brujo persigue a los pitufos y los echa de la aldea a través de un portal mágico que conduce a nuestro mundo, y así aterrizan en el Central Park de Nueva York. Los suspiritos azules, que tienen la altura de tres manzanas apiladas, están perdidos en la Gran Manzana y tienen que encontrar el camino de vuelta a su aldea antes de que Gargamel los encuentre.
Generaciones cautivadas. En 1958, un artista belga llamado Pierre “Peyo” Culliford creó los Smurfs para una historieta. Los Schtroumpfs (nombre original), tuvieron un éxito inmediato. El creador recibió un aluvión de cartas que pedían más historias y en los siguientes cincuenta años se hicieron cada vez más famosos.
Aparecieron en historietas, libros, series de Tv, películas, espectáculos, videojuegos y muñequitos (se vendieron más de 300 millones).
Según el productor Jordan Kerner, de los pitufos no es ningún enigma: no solamente son personajes adorables, sino que; además, representan lo mejor que tiene la humanidad. " Muestran la importancia de la familia y de la cooperación", indicó.
Salto tecnológico. Hasta esta película, los Smurfs solo habían sido representados en dos dimensiones. Llevarlos a un espacio dimensional animado por computadora, y nada más y nada menos que en 3D estéreo, fue el mayor desafío para los realizadores.
“Las reglas básicas de la dirección dictan que tienes que mover a los personajes y armar una escena. En esta película teníamos que armar escenas en las que seis personajes no estaban allí", indicó el director Raja Gosnell.
Rediseñar a los Smurfs para que funcionen en un mundo en 3D y pensar en todos los nuevos diseños para los personajes tardó meses, pero el resultado les agradó a todos, desde los realizadores hasta la familia de Peyo.
Algunos nombres que se quedan grabados
Vanidoso, gruñón, goloso, tontín, fortachón, personajes de la serie animada.
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