El Mandarín, el enemigo de Iron Man

En uno de los esperados avances de la película Iron Man 3, publicado recientemente, se muestra la primera imagen del temible villano El Mandarín (Ben Kignsley), al tiempo que da un indicio de lo que serán los duros retos a los que se enfrenta el superhéroe Iron Man/Tony Stark, al que da vida Robert Downey Jr.

En Iron Man 3 de Marvel, el playboy y empresario multimillonario Tony Stark (Iron Man) se deberá enfrentar a un enemigo cuyo poder no conoce límites: un descendiente de Gengis Khan que tiene el control sobre diez anillos que le otorgan otros tantos e increíbles poderes.

Dirigida por Shanea Black a partir de un guion adaptado de Drew Pearce y Shane Black sobre el cómic de Marvel, llegará a los cines en abril de 2013 y está distribuida por Walt Disney Studios Motion Pictures.

Tras Los Vengadores, Robert Downey Jr. vuelve a repetir en su papel del humorístico y valiente Tony Stark en esta tercera entrega cuyo tráiler recuerda al tono sombrío de Batman, el caballero de la noche asciende, de Christopher Nolan.

En el reparto, entre otros, además de una sorprendente y dramática Gwyneth Paltrow en el papel de Pepper Potts, figuran Rebecca Hall, Paul Bettany, Guy Pearce y Don Cheadle.

BEN KINGSLEY ES EL MANDARÍN

Ben Kingsley, ganador de un premio Oscar, personifica a el Mandarín, el nuevo enemigo de Iron Man en la tercera entrega de la saga.

Sobre la elección para interpretar a su personaje, Kingsley, comenta que fue el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, quien fue a visitarlo a su casa para proponerle el papel.

“Tenía una visión periférica del universo. Kevin Feige vino a mi casa en Oxfordshire. Después de Sexy Beast, se dio cuenta de que yo podía ser muy desagradable en pantalla. Nos sentamos y tuvimos una agradable conversación”, dice el actor.

Respecto al tema de la interpretación, reconoce no tener conocimiento alguno de los cómics, algo que él cree podría jugar a su favor al darle un enfoque nuevo.

“No tenía ningún modelo a copiar, -dice-. No tengo educación en lo que a Cómics Marvel se refiere, y eso puede ser algo bueno, es como abordar una obra de Shakespeare nueva en lugar de haberla hecha 20 veces.