Los documentales y producciones de ficción más representativos del cineasta Jorge Ruiz estarán al alcance del público boliviano en formato digital a través de DVD que se empezarán a comercializar entre abril y mayo de 2013, dijo ayer Guillermo Ruiz, hijo del realizador fallecido en julio de este año.
“La idea de sacarlos en este formato tiene como objetivo acerca el trabajo de mi padre a las nuevas generaciones que no lo conocen o nunca han podido ver sus películas”, dijo Ruiz, que se ha encargado de realizar este proyecto junto a un productor independiente que lo ha financiado y que prefiere estar en el anonimato.
Ruiz contó que los filmes originales se encuentran en la Cinemateca Boliviana de La Paz, pero la digitalización se realizó fuera del país. Una parte de ellos se hizo a través del Festival de Huelva (España), que homenajeó a su padre en 2003.
El proceso de transferencia al formato digital es delicado y requiere de un equipo que solo algunos laboratorios especializados tienen y que es costoso.
“Teníamos una decena que ya se comercializan en DVD en la Cinemateca a Bs 100, pero ahora con la copia masiva esos y otros diez más tendrán un precio accesible a muchas más personas”, explicó el hijo del considerado precursor del cine boliviano.
Guillermo Ruiz también indicó que además de los filmes, los DVD incluirán información adicional con entrevistas realizadas a su padre, fotografías y material que contribuyan a conocer otros detalles de cada uno de los trabajos.
Un ejempplo de ello es el documental Vuelve Sebastiana, que dura 30 minutos, pero al que se le han adicionado otros 30 con un minidocumental acerca de cómo vive hoy la niña protagonista de esa historia. “Lo único que todavía está pendiente es negociar la distribución de los DVD”, concluyó Ruiz
Debe saber
Algunos de los filmes
Vuelve Sebastiana , Mina Alaska, Los urus, Los yamparaes, Bolivia y sus montañanas, La vertiente y otros.
El cineasta
Nació en Sucre en 1924 y falleció en julio de 2012 . Dejó un amplio legado cinematográfico.
Reconocimientos
Su obra mereció premios como el de Huelva 2003 y la medalla del bicentenario de John Smithson, en 2006.
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