El Hobbit, la precuela de El Señor de los Anillos, que se estrena el 13 de diciembre en Santa Cruz y a nivel mundial sufrió en su desarrollo vicisitudes propias de una teleserie, con anuncios de cancelación, la quiebra de uno de los estudios, accidentes, cambios de director y hasta huelgas. Incluso ayer se conoció la noticia de la muerte de la productora de efectos visuales del filme, Eileen Moran. Pero así y todo, la cinta ya inició su cuenta regresiva para su estreno en cines. Y los medios han saludado con cierto escepticismo la cinta. Se le ha reconocido por su depurado trabajo visual y su literalidad al libro de J. R. R. Tolkien, lo que gustará a los fanáticos más acérrimos de la saga. Pero por otra parte, se le criticó su excesiva duración y su desigual narración.
Las críticas. La influyente revista Variety, barómetro de la industria hollywoodense, dijo que la cinta de Jackson en su globalidad "ofrece más que la saga de El Señor de los Anillos en aventuras y paisajes, (pero) no ofrece novedad suficiente para justificar la nueva trilogía, al menos con esta primera parte, que es demasiado larga". Sobre la tan publicitada filmación a 48 cuadros por segundo (48 fps), el doble de la habitual, los críticos se mostraron escépticos sobre su novedad.
“Con la excepción de un puñado de escenas, realizadas en computación gráfica y rodadas en decorados interiores, los 48 fps me hizo imaginar lo precioso que pueden llegar a ser los 24 fps", dijo la web Movieline..
La trama. El Hobbit narra el viaje de Bilbo Bolsón, que es arrastrado a una aventura épica para recuperar, el Reino Enano de Erebor perdido, del temible dragón Smaug. Bilbo, se acerca al mago Gandalf El Gris, y se une a una compañía de trece enanos dirigido por el legendario guerrero, Thorin Escudo de Roble. Su viaje les llevará a lo salvaje, a través de tierras traicioneras que gobiernan Goblins y Orcos, un par de mortales hechiceros.
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