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viernes, 27 de abril de 2012

Surgen tres iniciativas para reducir impacto de las películas piratas

La futura normativa, que se encuentra en proceso de socialización por parte del Ministerio de Culturas y el Consejo Nacional del Cine (Conacine), tiene el objetivo de crear reglas para fomentar la difusión del audiovisual y crear un marco legal que permita reducir la piratería.

“Tenemos que hacer atractivo el mercado cultural legal para la gente, así como abaratar los costos”, manifestó el ministro de Culturas, Pablo Groux. Una propuesta prevista es la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) al consumo de productos culturales, de manera de bajar costos y hacer menos atractivo el consumo de material pirata.

La ley prevé llenar el vacío legal existente. El intendente del Municipio de La Paz, Mauricio Ruiz, indicó que los operativos que realiza respecto a la piratería se hacen a pedido de los afectados, como las denuncias realizadas por Gerardo Guerra de Londra Films y el cineasta Paolo Agazzi. De otro modo, según dijo, esta función “no es la razón de ser” de su entidad.

En ese sentido, distribuidores y exhibidores de películas reclamaron por la “legalización de facto” de la piratería porque existen locales y puestos instalados que, incluso, pagan impuestos. La empresa Discolandia reveló a La Razón que el 99% de los discos que se adquieren en Bolivia son piratas, mientras que cálculos extraoficiales del municipio paceño cifran en diez mil las personas que viven de este comercio en la ciudad.

Las distribuidoras, por su lado, intensifican ofertas y tratan de traer producciones simultáneamente a los estrenos mundiales para reducir el daño ocasionado por las copias ilegales.

“Le damos menos tiempo a la piratería para que no nos afecte. Pero, eso no se puede hacer con todos”, indicó Esteban Morgado, gerente de Programación de Cine Center. Un ejemplo de ello fue el estreno de Una separación, cinta iraní ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera de este año, que llegó a las salas del Multicine antes que a otros países de la región y Los Vengadores, uno de los blockbusters de 2012, que se estrenó en Bolivia antes que en Estados Unidos.

Otro instrumento son las ofertas, como la del “miércoles par” o los bonos. Asimismo, la calidad de imagen y sonido y la comodidad de las salas, ubicadas junto a centros comerciales, son los señuelos para atraer al público.

“Nosotros invertimos en instalaciones, impuestos, empleados y los derechos de autor, mientras que los piratas gastan un boliviano por disco”, lamentó Eduardo Calla, responsable de programación del complejo Multicine. La Cinemateca Boliviana también es golpeada por la piratería que ha sido capaz de llegar fuera del ruedo comercial. “La Cinemateca era el lugar donde ibas a ver cintas que no podías encontrar en todo lugar. Pero ahora, un pirata te puede conseguir cualquier película”, explicó Márquez.

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