Hay películas que no pueden escapar de su fama trágica. Filmes marcados por la fatalidad, eternos en la memoria de los espectadores por su relación con la muerte o lo insólito. Actores que mueren antes de verse en la pantalla, guiones trágicos que salen de la ficción para enlutar la vida de quienes los interpretaron.
Recientemente hubo un accidente mortal durante el rodaje de una producción de Hollywood. El hecho acaeció en el set de filmación de GI Joe 2, donde se procedía a desmontar uno de los escenarios en la ciudad de Nueva Orleans. El accidente fue calificado como inusual por fuentes cercanas al rodaje.
También se supo de la muerte de un especialista durante el rodaje de Los Mercenarios 2, protagonizada por Sylvester Stallone.
Otros accidentes fueron producidos durante los rodajes de Transformers 3, lo nuevo de Resident Evil o incluso la última película de la saga Harry Potter.
De los casos más recordados está el filme que tras terminarse, episodios trágicos acosaron a tres de sus personajes.
Primero, la muerte del actor australiano Heath Ledger, el Guasón en Batman, el caballero de la noche, quien apareció muerto en su habitación tras haber ingerido una sobredosis de somníferos y ansiolíticos, en enero del 2008. Más tarde, el británico Christian Bale fue arrestado por atacar a su madre y hermana en Londres. Finalmente, Morgan Freeman, también parte del filme, tuvo un accidente automovilístico y poco después de ser dado de alta se divorció de su mujer.
Una película clásica como El Cuervo quedó registrada como una temible profecía que se cumpliría años después de la muerte de Brandon Lee.
En el juego de la muerte (1978) Lee encarna a un actor famoso que sufre la persecución de una organización mafiosa y decide fingir su muerte en un accidente ocurrido en el set de filmación.
Sin embargo, por causas que no pudieron establecerse, Lee murió antes de completar la cinta, en un departamento de Hong Kong.
El director Robert Clouse decidió terminar la película utilizando dos dobles de Bruce Lee y escenas de archivo.
Años más tarde, como en una profecía, el guión que Bruce no terminó de interpretar se volvería realidad: en 1994, Brandon Lee, hijo de Bruce, también actor y artista marcial, murió en un accidente mientras filmaba la película El Cuervo.
La cinta se terminó de rodar sin su protagonista y con arreglos digitales.
De las producciones de los años 90 se tiene El Resplandor, La Profecía y La Dimensión desconocida. Otras películas clásicas que también tuvo víctimas fatales fueron La trilogía Poltergeist (1982,1986 y 1988), El exorcista (1973) y El bebé de Rosemary (1968).
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