Desde que la saga Matrix lo convirtió en una gran estrella de acción, el actor estadounidense Keanu Reeves no ha vuelto a tener un filme de ese género con el mismo éxito de taquilla o crítica, pero al menos lo segundo parece cambiar con John Wick, un thriller de acción y venganza que ha sido recibido con aplausos.
El filme de los directores primerizos Chad Stahelski y David Leitch cuenta la historia de John Wick, un asesino retirado que era conocido como uno de los mejores en ese negocio. Dejando su vida atrás, Wick vive una existencia tranquila sin otra compañía que su amado perro, que le fue dejado por su esposa antes de que ella muriera.
Sin embargo, un incidente aparentemente sin importancia pone a Wick en la mira de mafiosos rusos que, sin saber de verdad quién es, ingresan a su casa, lo atacan y matan al perro. Enfurecido por la pérdida de lo que consideraba el último vínculo que le quedaba con su esposa fallecida, Wick decide volver a las armas y extraer venganza.
Concebido por el guionista Derek Kolstad, el proyecto atrajo a Reeves desde el momento en que leyó el guión, y el actor firmó su participación aún antes de que hubiera un director. El propio Reeves fue quien recomendó a Stahelski y Leitch, experimentados coreógrafos de acción y coordinadores de dobles de riesgo con quienes el actor había trabajado en la trilogía Matrix, y quienes estaban deseando debutar como directores.
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