Cuando el artista plástico Arturo Borda dio vida a un Sumo Sacerdote Inca en la película silente Wara Wara, estrenada el 9 de enero de 1930, causó revuelo. Espectadores y críticos de esa época resaltaron su paso por la pantalla grande.
Hoy, después de 84 años, el personaje que interpretó Borda aún cobra relevancia y es uno de los cuatro personajes que marcaron el cine paceño y que fueron elegidos por dos expertos consultados por Página Siete, a propósito de la gesta libertaria del 16 de Julio que se recuerda hoy.
"Uno de los personajes que deja una huella en el cine paceño es el personaje del cacique interpretado por Arturo Borda. En ese papel el actor transmite fuerza y tiene la aureola enigmática que exige el personaje de un cacique”, explicó el crítico de cine, de Pedro Susz.
El segundo lugar, según los expertos, es ocupado por Carloncho, uno de los protagonistas de la película Chuquiago, de Antonio Eguino. Este personaje es llevado a escena por el comediante David Santalla.
"El trabajo que hace Santalla con Carloncho es fantástico. Hay una excelente combinación entre el actor y el personaje, quien corresponde a la clase media y representa al típico empleado público y sus famosos viernes de soltero”, explicó Mela Márquez, cineasta y directora de la Cinemateca Boliviana. Además, acotó que varios personajes de este filme se destacan por sus rasgos y características de los paceños.
Para Susz otro de los personajes, el tercero, que dejó huella en el cine paceño es Vito, el protagonista de la película Mi socio e interpretado por el comediante David Santalla. El filme fue dirigido por Paolo Agazzi y estrenado en 1982. El guión de la cinta se basó en una idea original de Oscar Soria.
"El papel de Vito, interpretado por Santalla, es muy significativo para el cine de La Paz porque representa al paceño aventurero, pícaro y al mismo tiempo tierno”, comentó Susz.
Finalmente, en el cuarto puesto fue seleccionado el santero llamado Domingo, protagonista del filme Cuestión de fe e interpretado por el actor Jorge Ortiz. La película, dirigida por Marcos Loayza, fue estrenada en 1995.
"Ortiz en Cuestión de fe transmite el lenguaje de la paceñidad. De alguna manera el cine de Loyza está marcado por el humor paceño y esa tendencia se transmite en ese personaje”, comentó Márquez.
La experta acotó que "Ortiz al interpretar el personaje de un santero tramposo transmite un interesante carisma. Se cruzan en ese lugar de oscuro e inocente. Realmente, es una de sus actuaciones más magistrales”, dijo.
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