Apuesta Máxima es una película ágil, sensual y emocionante, que te lleva a lugares donde el lujo, la riqueza y el poder van de la mano del peligro, tocando un tema que está atrayendo a muchos como los juegos en línea.
Con la creencia de que ha sido estafado, Richie (Justin Timberlake), estudiante graduado de Princeton, viaja a Costa Rica para enfrentarse al magnate de apuestas en línea Ivan Block (Ben Affleck). Richie se deja seducir por la promesa que Block le hace de obtener una inmensa fortuna, hasta que se entera de la perturbadora verdad concerniente a su benefactor. Cuando el FBI intenta obligar a Richie para que les ayude a acabar con Block, Richie se enfrenta a la apuesta más grande que jamás le haya tocado realizar: intentar ser más hábil que las dos fuerzas que lo acechan.
INDUSTRIA DE LAS APUESTAS
La industria de las apuestas por Internet genera al año múltiples billones de dólares, con clubes en lugares exóticos ubicados en Centro y Sudamérica, el Caribe, Asia, Europa y Dubái. Donde estos centros de apuesta han brotado, los casinos tradicionales le han seguido, y la opulencia que generan en ocasiones hacen ver pequeña a la meca estadounidense de apuestas de Las Vegas. Si bien esta ciudad tiene ganancias anuales de aproximadamente $6 billones de dólares, los crecientes sitios en línea de apuestas y casinos de Macao -una isla tropical a unas cuantas horas de Hong Kong- obtuvieron de manera conjunta $44 billones de dólares de utilidad en el 2011. Las prácticas comerciales en estos lugares exóticos son, en el mejor de los casos, turbias; es de nueva cuenta el viejo oeste, pero en vez de pistolas, estos criminales ejecutivos utilizan complejos algoritmos.
A pesar de los riesgos -estadísticos y criminales- las apuestas en línea cuentan con un sinfín de atractivos. Hoy, en el mundo después de la debacle económica, la gente joven tiene menos oportunidades de trabajo que nunca. Pero eso no ha afectado en lo absoluto su deseo de volverse ricos rápidamente. Esta generación -consumidores desde una temprana edad- está acostumbrada a obtener lo que quieren, cuando quieren, con tan sólo el clic de un mouse. Se ven proyectados en supuestos líderes del mundo comercial, que se dedican a tomar atajos moralmente sospechosos -por no decir ilegales- y se preguntan, “Si ellos pueden hacerlo, ¿por qué yo no?”.
En ese sentido, Apuesta Máxima, la nueva aventura cinematográfica del director Brad Furman, es un relato aleccionador acerca de los peligros de obtener el dinero fácil y de la ambición desmedida.
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