David Cronenberg fue el encargado de dirigir esta película basada en la novela de Don Delillo, que narra una historia de codicia.
El protagonista de la saga Crepúsculo, Robert Pattinson, deja atrás su look de vampiro para dar vida a Eric Packer un multimillonario sin escrúpulos experto en finanzas, obsesionado con la idea de cruzar Nueva York en medio de un gran embotellamiento para cortarse el pelo.
No está claro porqué el actor, perfectamente aseado, quiere cortarse el pelo, pero aparece en todas las escenas de la película -habitualmente sentado en un asiento de cuero negro como si fuera un trono- en su limusina blanca que recorre la ciudad.
“Necesitas a alguien a quien la gente quiera ver y Pattinson fue lo suficientemente valiente para interpretar a un personaje que realmente no es compasivo”, dijo Cronenberg durante la presentación de la película a la prensa en Cannes. “Algunos actores no quieren interpretarlo. Y a él no le dio miedo”, sostuvo.
Pattinson dijo que inicialmente se vio intimidado ante la perspectiva de trabajar en la cinta y reconoció: “No puedo explicar de qué se trata película”.
“Prácticamente pasé dos semanas en la habitación de mi hotel preocupándome y en un estado de confusión”, confesó.
El cineasta canadiense conocido por películas oscuras como The Fly y Crash crea una sensación de intimidación en este filme.
Altamente psicológico, crudamente violento y explícitamente sexual, el filme recibió aplausos principalmente por la destacada actuación de Pattinson, amenazador aunque calmo en apariencia en su papel del perturbado Packer.
Acompañan a Pattinson la actriz francesa Juliette Binoche (ganadora del Oscar por El Paciente Inglés), Paul Giamatti (¿Qué Pasó Ayer? Parte 2), Jay Baruchel (El Aprendiz de Brujo) y Mathieu Amalric (Quantum of Solace), entre otros.
La película participó del pasado Festival de Cine de Cannes, en Francia, donde compitió por la Palma de Oro, el máximo galardón del certamen.
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