Un filme protagonizado en 1968 por El Santo, ídolo de la lucha libre mexicana, y donde aparecen mujeres con los senos descubiertos, podría exhibirse por primera vez en México.
La película permaneció guardada durante cuatro décadas porque el luchador, quien siempre hizo filmes de tipo familiar, no permitió que se difundiera.
El Hijo del Santo, heredero del luchador y propietario de los derechos del personaje, también se opone para no dañar la imagen de su padre. “Siento el deber moral de respetar la voluntad de mi papá, si él en su momento no quiso que esta película se exhibiera debo respetar su decisión”, explica. El Santo murió en 1984, pero su imagen de campeón de la justicia y luchador limpio y honesto prevalece hasta ahora.
En 1968 Rodolfo Guzmán, su nombre real, se asoció con Cinematográfica Calderón para producir siete películas.
Una de ellas, El tesoro de drácula, es el eje de la actual polémica. La historia narra cómo el luchador derrota al mítico personaje y su séquito de bellas vampiresas, las cuales aparecen en el filme con traje de baño y otra ropa provocativa.
El dueño de la productora, Guillermo Calderón, le propuso a su socio hacer una versión “para adultos” de esta película donde las compañeras del vampiro aparecieran en topless, pero El Santo se opuso.
A escondidas del luchador el productor Calderón decidió filmar unos minutos con las vampiresas semidesnudas, y esas imágenes -en las que no aparece El Santo- se incorporaron luego al filme original.
La nueva versión se llamó El vampiro y el sexo y, según informes no confirmados, se exhibió en algunos cines de Centroamérica, Europa y el Caribe. Pero en México permaneció enlatada, como parte de un acuerdo personal entre Calderón y el luchador.
Durante 40 años la versión de que existía una película para adultos de El Santo corrió entre intelectuales, cineastas y periodistas especializados en espectáculos.
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