La increíble y triste historia de la carabela perdida concluyó la semana pasada. Destruida, con el armazón hecho pedazos y sin sus partes de madera, así fue encontrada la réplica donada en 2009 a la Alcaldía de Cochabamba por los productores de También la lluvia, película en la que aparece la pieza, emulando la que usó Cristóbal Colón para llegar a América. El hallazgo fue oficialmente comunicado por el municipio. Los funcionarios ediles responsabilizaron a la gestión del ex alcalde Gonzalo Terceros por la pérdida de la embarcación que, hecha por técnicos españoles, costó, entre materiales y mano de obra, más de 20.000 dólares.
La directora jurídica del municipio, Cinthia Escóbar, indicó que “los restos” de la obra –apenas partes oxidadas y dobladas del armazón– se encontraron en la laguna de Coña Coña, a la intemperie y entre crecidos arbustos, cual si fueran deshechos. Para peor, otro material donado que aparece en el filme español rodado en Cochabamba, una cruz gigante de madera (de más de cuatro metros de altura), se halló en el suelo, como parqueo para motos en la Empresa Municipal de Áreas Verdes y Recreación Alternativa (Emavra).
Caravela perdida
Así las cosas, Escóbar y el oficial superior de Cultura, Fernando Claure, manifestaron que será imposible rearmar la carabela (14 metros de largo y 9 de alto–, tal como estableció un acta de entendimiento, firmada entre la comuna y los cineastas. En dicho documento, rubricado por Terceros y los productores (Morena Films por España y Londra Films por Bolivia), se disponía que, a cambio del regalo a la ciudad, el municipio tenía que “asumir la responsabilidad y resguardo de la réplica”. Asimismo, se acordó “destinar un espacio público para la exhibición de la carabela Santa María de Cristóbal Colón”, al igual que usar la pieza para la promoción del filme.
El “entendimiento” quedó en el papel. Preocupados por el destino de la carabela, hecha de madera dura y metal, entre otros materiales, el pasado 17 de marzo, los cineastas denunciaron la falta de la obra a este medio que, haciendo público el malestar, movilizó una investigación de la Alcaldía. De acuerdo a lo averiguado, la carabela, que el 4 de diciembre de 2009 se encontraba en el Parque Escuela, fue desarmada 20 días después por Emavra, siendo luego trasladada a Coña Coña, donde tenía que haber formado parte de la revitalización turística de la zona.
Iniciaron investigaciones
Según la abogada, al recibir la donación Terceros infringió el DS 181 (Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios). Escóbar señaló que el material debió ser recibido por una comisión de recepción y no por el ex alcalde, y que lo donado debió ser inventariado y registrado en los activos fijos del municipio, procedimientos que se incumplieron. En tal sentido, la jurista aseveró que las anteriores autoridades –sin descartarse responsabilidades de las nuevas– incurrieron en los “delitos de incumplimiento de deberes y conducta antieconómica”. La actual gestión iniciará procesos contra los implicados. Escóbar no quiso precisar los nombres de quienes serán procesados, pues las investigaciones continúan.
Por su lado, Claure indicó que, en resarcimiento a los productores, su oficialía analiza iniciativas para apoyar la difusión de la película, la más grande realizada en Bolivia, con más de 3.000 actores y técnicos bolivianos involucrados en el cine y la cultura, ámbitos tan malqueridos por las autoridades públicas.
“No queremos demandar a nadie”
Pese a la pérdida de los materiales donados por Morena Films (España) y Londra Films (Bolivia) al municipio, además del incumplimiento del acuerdo firmado con sus autoridades, el representante de esta última productora, Gerardo Guerra, adelantó que los cineastas de También la lluvia no demandarán a la Alcaldía.
“No es nuestra intención –dijo–. El municipio nos ayudó a hacer la cinta. Lamentamos, sin embargo, esta pérdida para la ciudad, pues no se ha implementado el atractivo turístico y se ha deteriorado un material que tenía un valor económico, perdido por la negligencia de los anteriores funcionarios”.
Guerra recordó que, el día de la donación, la Alcaldía, representada entonces por Gonzalo Terceros (alcalde de Cercado) y otras autoridades, tenía “grandes planes” para la réplica, planes que impidieron la venta de la obra. “Pudimos vender la carabela, en principio estaba en remate y habían interesados. Por ejemplo, había una señora que quería comprarla y ponerla en la laguna de La Angostura”.
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