El Descenso. Parte 2, marca el debut tras la cámara de Jon Harris, experimentado editor que ha trabajado en películas como The Descent, Eden Lake, 127 Horas. Se estrena con la secuela de la que fuera segunda película de Neil Marshall (que debutó con Dog Soldiers). La primera parte no era una maravilla pero tenía buenos momentos y conseguía captar esa sensación, angustia y asfixia que tanto necesitaba un guión de esas características.
La película empieza justo donde termina la primera, con la superviviente Sarah (Shauna Macdonald) corriendo por el bosque. Ella está en estado de shock y ello le causa una amnesia que no le permite recordar qué sucedió en la cueva. La policía y el equipo de rescate en busca del resto de chicas decide calmar a Sarah y llevarla de vuelta a la cueva para ayudarles a localizar a las otras chicas desaparecidas.
Al poco de bajar Sarah a la cueva empieza a tener pequeños flashbacks de lo sucedido pero sigue sin recordar con claridad. Mientras se van adentrando en los túneles que forman la cueva habitada por los seres que acabaron con sus amigas. Llegado un punto Sarah recuerda lo sucedido y la inútil de la misión en la que se ve envuelta. Intenta escapar y ahí empiezan los problemas para el equipo de rescate.
El Descenso. Parte 2, no es la típica secuela de manual que no aporta nada, sino una película absolutamente bien planificada. Es un auténtico cierre a la saga, sin necesidad de llevar a cabo una tercera (que con el tiempo llegará). Su final es tan perfecto y tan bien explicado que el espectador se va del cine con la impresión de haber visto una de las mejores películas del año.
Teniendo en cuenta cómo se rodó esta secuela, es evidente que estamos ante una buena producción cinematográfica.
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