En marzo de 2012 se halló, en el excine Bolívar de la ciudad de La Paz, una copia de El Bolillo Fatal, también conocido como El Emblema de la Muerte, un cortometraje documental que narra los acontecimientos del 5 de noviembre de 1927, día del fusilamiento de Alfredo Jáuregui, quien fue acusado de asesinar en 1917 al expresidente boliviano general José Manuel Pando (presidente de la república del 25 de octubre de 1899 al 14 de agosto de 1904). El material fue parte de una colección conformada en su mayoría por películas comerciales, las cuales fueron donadas por Fernando Guerra.
Emblemática película. Según cuenta la historia del cine boliviano, la emblemática cinta se llamó originalmente El Fusilamiento de Jáuregui. Esta producción cinematográfica fue censurada inmediatamente después de su estreno en los cines Princesa y París de La Paz, en diciembre de 1927, en gran parte gracias a la insistente oposición ejercida por la prensa de la época en sus editoriales. Desde entonces, hace 85 años, la película permaneció perdida.
El cortometraje, desde que fue encontrado en marzo de este año, fue motivo de investigación por Carolina Cappa y María Domínguez, responsables de la catalogación del proyecto “Imágenes de Bolivia”, quienes develaron que El Bolillo Fatal es el mismo trabajo referido a El Fusilamiento de Jáuregui, sólo con un título distinto al de su exhibición inicial. “Esta cinta contiene además del nombre de Castillo como autor de la misma, todos los acontecimientos descriptos como pertenecientes a El Fusilamiento de Jáuregui”, afirman las responsables del proyecto.
En la parte de la información técnica, la copia del filme fue encontrada en 35mm, en soporte nitrato de celulosa, con un nivel medio de descomposición activa. Al día de hoy, el mal estado físico de la película no permite su reproducción y permanece en riesgo de descomponerse cada día más hasta su pérdida total.
1912 año en que Luis Castillo comenzó a registrar los eventos de la sociedad política paceña.
DATOS dEL DIRECTOR. Luis Castillo es considerado el pionero del cine boliviano. Comenzó sus tareas como fotógrafo de El Diario para luego realizar sus primeras filmaciones documentales que registraron los eventos de la sociedad política paceña entre 1912 y 1927. Alfonso Gumucio Dagron en su libro Historia del Cine en Bolivia cuenta: “Castillo dedicó toda su vida al cine. No solamente realizó las primeras filmaciones hacia 1912, sino que su relación con el cine se prolongó a Posnansky y Jorge Ruiz”.
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