Matthew Vaughn cosechó buenas críticas con Kingsman: El Servicio Secreto (2014), basada en los cómics de Mark Millar y en la que Colin Firth era un elegante y veterano agente secreto que debía entrenar a Eggsy, un joven aspirante a espía (Taron Egerton) mientras se enfrenta a una amenaza global. Tres años después llega la esperada secuela bajo el título de Kingsman: El Círculo Dorado, en la que el realizador británico vuelve a dibujar una auténtica montaña rusa de enredos y situaciones hilarantes bajo una gran pirotecnia de efectos digitales.
Ahora, Eggsy toma el testigo en la organización y debe colaborar con la agencia norteamericana Statesman para salvar al mundo. Julianne Moore hace de villana excéntrica y entre el reparto encontramos, además de a Egerton y Firth, a Channing Tatum, Halle Berry, Jeff Bridges, Mark Strong y Pedro Pascal.
PLANTAR LA SEMILLA
“Planteé la primera entrega para dar lugar a una secuela”, dice Vaughn. En las secuencias finales de Kingsman: Servicio Secreto, Eggsy y Roxy unen fuerzas para acabar con la amenaza mundial representada por el villano multimillonario Richmond Valentine (Samuel L. Jackson), convirtiéndose así en auténticos Kingsmen. “Como director disfruté tanto de la primera entrega que me sedujo la idea de repetir. Pero las secuelas son complicadas. Al público le ha gustado la primera, pero si haces lo mismo resulta aburrida y poco original”.
Vaughn se inspiró en ciertas secuelas que considera están a la altura o incluso superan a sus predecesoras, entre ellas El Padrino Parte II y Star Wars: Episodio V. El Imperio Contraataca; películas que no podrían calificarse ni de aburridas ni de poco originales. “Las secuelas que a mí me gustan son las que avanzan la historia”, asegura el director. Y la historia principal que deseaba avanzar era la de Eggsy. “Nuestra idea no era hacer una secuela a lo James Bond en la que Eggsy se enfrenta a una amenaza nueva, pero su personaje no evoluciona”, dice Jane Goldman, guionista colaboradora de Vaughn en todas las películas del director desde Stardust en 2007. “Comentamos la posibilidad de que emprendiera un viaje”.
Y en ese viaje Eggsy mantiene una relación con la princesa Tilde (Hanna Alström), la princesa sueca a la que rescata al final de Kingsman: Servicio Secreto, y que lo recompensa de una forma poca ortodoxa. “En las peliculas de espías, suele haber un desfile de mujeres diferente en cada cinta”, explica Goldman. “Con Kingsman queríamos darle una vuelta de tuerca y me gustó esa idea - ¿y si se tratara de algo más que de una relación pasajera? ¿Y si se convirtiera en una relación seria? ¿De qué manera afectaría su papel como espía?”.
Kingsman: Servicio Secreto fue la primera vez que Egerton pisó un plató de cine, ya ni se diga encarnar el papel principal. Desde entonces el joven actor galés ha subido como la espuma con papeles en Legend, Eddie el águila (producido por Vaughn), ¡Canta!, y, próximamente Robin Hood.
No hay comentarios:
Publicar un comentario