El séptimo arte empieza a recuperar interés entre los jóvenes orureños, especialmente por el estreno de nuevas filmaciones extranjeras y de producción boliviana, llenando las salas de los cines que se encuentran en la ciudad de Oruro.
Desde que se empezó a brindar un mejor servicio a los jóvenes usuarios en cuanto a comodidad y calidad por parte de las salas de exhibición de películas estrenadas a nivel nacional, estos son frecuentemente visitados.
Antes se contaba con el Cine Gran Rex, Imperio, Elisa, Oruro y el Paláis Concert, luego, algunos de estos espacios se fueron cerrando y comprados por agrupaciones religiosas.
Las únicas que se mantuvieron y aún funcionan como salas cinematográficas hasta la fecha son el Gran Rex y Oruro que cambio de nombre a Hollywood, pero a estas se suma la sala del Hotel Edén que se encuentra en el noveno piso de esa enorme estructura ubicada en la plaza 10 de Febrero y una pequeña en ambientes de Súper Hamburguesas denominada Súpercine, cada una con sus propias características y mejoradas.
Gracias a la visión empresarial de ofrecer al público un servicio de calidad la población orureña una vez más recobra interés, asistiendo a las salas de proyección, incluso se ven largas filas para observar el estreno de algún film, ya sea de producción nacional e internacional.
También existen períodos cortos donde se da prioridad a la promoción de películas bolivianas, son esporádicas pero aportan a la producción nacional de cineastas como Jorge Sanjinés, Rodrigo Ayala, Tomas Bascopé, Saulo Chinchero, Antonio Eguino, Miguel Huarina, Jorge Llanos, entre otros quienes dirigieron películas famosas.
El cine en Bolivia cuenta con más de 100 años, mostrando a través de la pantalla la problemática social, cultural, urbana de un país diverso, un material inagotable para los escritores. En Oruro, también se encuentran producciones locales, pero no se da la cobertura necesaria para su difusión, en su mayoría son de carácter documental que narran las historias, mitos, leyendas, costumbres y tradiciones arraigadas desde los tiempos de la colonia.
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