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miércoles, 3 de agosto de 2016

Amor por sorpresas’: Contrato inapelable

Sin carcajadas, ni dramas, ni tensiones, Amor x sorpresa es una comedia con humor negro que dejará satisfecho al espectador.

HISTORIA DIFERENTE

Basada en el cuento del escritor holandés Herman Pieter Schönfeld, la película gira en torno a Jacob, un multimillonario que ha perdido la capacidad de experimentar emociones. Él no tiene ya los sentimientos de alegría, tristeza, enojo o disgusto y, por lo mismo, no tiene ninguna motivación para continuar en el mundo. Para terminar de una vez por todas con su apatía, él acude a una empresa dedicada a ayudarle a las personas a morir. Esta compañía sólo le pregunta al interesado cómo le gustaría fallecer –si en un accidente, en compañía de un ser querido o de manera sorpresiva– y, sin especificar lugar ni hora, le promete cumplir su deseo a toda costa.

Mientras Jacob está eligiendo su ataúd, conoce a Anna, una joven y bella mujer que se encuentra haciendo los mismos trámites que él. El amor entre los dos se da casi de inmediato y sus planes terminales de pronto se ven alterados: ninguno de los dos quiere ya morir. El problema es que aquel contrato que firmaron es inapelable e indestructible. En otras palabras, no hay vuelta atrás y podrían morir en cualquier momento.

SOBRE EL FILME

El filme –que es una coproducción entre Bélgica, Alemania, Irlanda y Holanda– fue dirigido por el ganador del Oscar a Mejor película extranjera de 1997, Mike van Diem, quien desde aquel triunfo con su filme Carácter, no había vuelto a dirigir una película estrenada en cines. Quizá sea por esto que The Surprise (como es su título en inglés) se sienta un poco “segura”. Sin tomar muchos riesgos, la cinta es chistosa, pero no llega a las carcajadas. Tiene momentos dramáticos, pero tampoco alcanza las lágrimas. Quizá la mejor forma de describirla sea con la palabra ‘ligera’.

Amor por sopresa se aleja de los lugares comunes presentados por muchas de las películas en cartelera tanto por su trama, como por los dos protagonistas, cuyas interpretaciones son razón suficiente para complacer al espectador. Los actores son dos holandeses encantadores y desconocidos en este lado del planeta: Jeroen van Koningsbrugge y Georgina Verbaan. Entre los dos generan una química palpable que no sólo transmite lo divertido que han de haber pasado el rodaje, sino que como público, uno disfruta acompañarlos en su aventura.

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