Steven Spielberg vuelve a la gran pantalla con Caballo de Guerra (War Horse), una película de factura clásica que relata la estrecha relación entre un joven y su caballo durante la I Guerra Mundial, y que se sitúa ya como una de las favoritas para la próxima edición de los Premios Oscar.
“Me emocioné mucho, hasta las lágrimas, por la obra de teatro y por el libro que se escribió hace mucho tiempo”, dijo Spielberg durante una entrevista en Nueva York sobre esta cinta que cuenta en su reparto con una plantilla de actores británicos que van desde el debutante Jeremy Irvine (Albert) a las dos veces nominada a los Oscar, Emily Watson.
Basada en una novela infantil del mismo nombre, escrita en 1982 por el británico Michael Morpurgo, la cinta relata la extraordinaria amistad entre el joven Albert y su caballo Joey, así como las vicisitudes por las que ambos atraviesan durante el dramático transcurso de la primera contienda mundial (1914-1918).
Spielberg, uno de los directores que mejor han sabido retratar el drama del campo de batalla con Rescatando al soldado Ryan (1998) o las miniseries de televisión Hermanos de sangre y The Pacific, señaló que la historia de Albert y Joey le “encantó” desde que el relato cayó en sus manos y luego vio la adaptación teatral.
El director de la célebre saga de Indiana Jones ha querido dirigir la película a jóvenes y adultos, por lo que le “pareció importante quitar el punto de vista del caballo de la historia y dejar los de cada ser humano en cuyas vidas Joey entra y cambia para siempre” y “a los que lleva esperanza, en medio de la desesperanza”.
El filme pone también de relieve el enorme impacto que la Gran Guerra supuso para toda una generación de europeos, al igual que el papel que, hasta entonces, tuvieron los caballos en los conflictos bélicos, pues en esa confrontación los británicos utilizaron un millón de equinos de los que solo 62.000 regresaron al país al acabar la guerra.
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