Enrique Urbizu ganó el Goya a mejor director, y su filme ‘No habrá paz para los malvados’ a mejor película, ganándole la pulseta a Pedro Almodóvar. ‘Blackthorn’, con 10 nominaciones, ganó cuatro estatuillas.
No habrá paz para los malvados fue la gran triunfadora de la 26ª edición de los premios Goya, considerados los Oscar del cine español, con seis galardones, incluidos mejor película y mejor director, desbancando a La piel que habito, de Pedro Almodóvar, que partía como favorita.
El director de la cinta, el vasco Enrique Urbizu, de 49 años, autor de películas como Cachito (1995), La caja 507 (2002) y La vida mancha (2003), recogió emocionado la estatuilla de manos de los cineastas Isabel Coixet y Álex de la Iglesia.
Su protagonista, José Coronado, fue asimismo galardonado con el Goya al mejor actor por su interpretación de Santos Trinidad, un corrupto inspector de policía que se ve implicado en un triple asesinato. Además, el filme se llevó las estatuillas por mejor guión original, mejor montaje y mejor sonido.
Con 14 nominaciones, el filme de Urbizu partía como segundo favorito, precedido por la película de Almodóvar, que aspiraba a 16 premios, pero tuvo que conformarse con cuatro.
La protagonista de La piel que habito, la actriz española Elena Anaya, fue premiada por su interpretación de Vera Cruz, una misteriosa mujer, prisionera de un cirujano sin escrúpulos, encarnado por Antonio Banderas, que la utiliza como cobaya humana para desarrollar una revolucionaria piel sintética. “Siempre me has emocionado locamente”, le lanzó Anaya a Almodóvar desde el escenario al recoger la estatuilla. Siempre “me he quedado enganchada viendo a esos personajes fuertes, libres, luchadores y valientes como tú; que yo haya podido hacer un personaje así ha sido cumplir un sueño”, aseguró.
El más internacional de los cineastas españoles vio así cómo se le escapaban los galardones de mejor película y mejor director con los que podía haber sellado la reconciliación con la Academia de cine de su país, de la que estuvo alejado durante años por desavenencias sobre el sistema de votación.
En el apartado de mejor película iberoamericana, el actor argentino Ricardo Darín no pudo contener una exclamación de sorpresa (“¡joder!”) cuando al abrir el sobre descubrió el título de la cinta que él protagoniza: Un cuento chino, de Sebastián Borensztein.
El Goya para la mejor película europea fue para la francesa The Artist, del cineasta Michel Hazanavicius, que prosiguió así su marcha triunfal hacia los Oscar, que se entregan el próximo domingo en Los Ángeles.
Isabel Coixet fue premiada con el Goya al mejor documental por Escuchando al juez Garzón sobre el magistrado español, recientemente condenado a inhabilitación por la justicia española. Blackthorn. La película del director español Mateo Gil, que tenía diez nominaciones, incluidas mejor película y mejor director, ganó cuatro estatuillas: mejor dirección de producción, mejor fotografía, mejor dirección artística y mejor diseño de vestuario.
Gil era el candidato más joven de los nominados al Goya por la mejor dirección, y su película fue filmada en Bolivia con participación de actores de este país y también norteamericanos.
Los representantes del filme que merecieron estatuillas en la velada de ayer, cuando les tocó la oportunidad de utilizar el micrófono para los agradecimientos, recordaron el país donde realizaron la película, Bolivia.
Las imágenes de escenas en el Salar de Uyuni ocuparon la pantalla del escenario un par de ocasiones, cuando se anunció a los nominados en las 10 categorías que había sido postulado el filme de Gil.
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