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miércoles, 29 de febrero de 2012

‘El Príncipe del Desierto’ En tierra de nadie

La película El Príncipe del Desierto (Black Gold), protagonizada por Antonio Banderas, retrata, a través de la historia épica de dos emires, la ardua lucha hacia la modernidad en el mundo árabe.

Con el actor español y Freida Pinto como estrellas, la última película del director francés Jean-Jacques Annaud, rodada en los desiertos de Catar y Túnez, explora cómo la tradición y valores como el honor o la lealtad se contraponen a la necesidad de riqueza y progreso en las vastas tierras de Arabia.

“¿Hay algo peor que un rey pobre?”, se pregunta el príncipe Nassib de Hobeika, interpretado por Banderas, antes de aceptar la tentadora oferta de una petrolera estadounidense para excavar pozos en una zona disputada con el reino rival.

“Todo lo que se compra con dinero carece de verdadero valor”, sostiene su antagonista, Amar de Salmaah -encarnado por el británico Mark Strong-, que prefiere renunciar a avances occidentales como la medicina o la electricidad para preservar la esencia e independencia de su pueblo.

El Príncipe del Desierto (Black Gold), basada en la novela ‘La gran sed’ (1957) de Hans Ruesch, narra la historia del enfrentamiento entre dos emires por una “tierra de nadie” en medio del desierto en que se descubre crudo.

La ruptura por parte de Nassib de un acuerdo de paz con Amar sobre ese territorio desencadena un conflicto que corresponderá resolver a una nueva generación de gobernantes, que a su vez se debatirá entre la voluntad de apertura y el respeto al Islam.

Aunque está ambientada en los años treinta en un lugar indeterminado del mundo árabe, la película plantea temas “actuales y universales”, señaló Annaud.

El director de películas como El nombre de la rosa o Siete años en el Tibet, amante confeso del mundo árabe, quiso contar una historia propia de esa cultura “sin héroes occidentales” y “protagonizada por personajes árabes”, que hiciera sentirse “orgullosos” a los nativos, cansados -apuntó- de ser retratados “como terroristas o villanos”.

Con apoyo también del Instituto de Cine de Doha, la cinta de Annaud es además la primera superproducción impulsada por la región, que, con un creciente número de actores y producciones, aspira a consolidarse como referente en la industria cinematográfica.

La co estrella Freida Pinto interpreta a la bella princesa Leyla, un personaje dulce que sin embargo “ansía libertad”. Pese a su deferencia y aparente sumisión, Leyla que, según Pinto, es “un personaje que refleja su época”, “aspira a un cambio” y, como otras tantas mujeres en los países árabes de la actualidad, desea un día poder “ver el mundo sin velo”.

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