El maquillaje de efectos especiales es muy requerido en el cine. Uno importado puede costar 700 bolivianos. El país recién comienza a dar sus primeros pasos en este oficio.
En cada rostro, una obra de arte. Como un escultor con arcilla o un dibujante con papel, la faena del maquillador se convierte en una creación constante, llena de vida y color.
En esta misma línea surge el maquillaje de efectos especiales, que se trata de una técnica en la que se utilizan distintos materiales e instrumentos para cambiar la fisonomía de un actor y lograr la apariencia que el personaje requiere.
Basta un par de horas o minutos para obtener grandes cambios en el aspecto. Heridas, moretes, envejecimientos y quemaduras son algunos de los efectos que se pueden conseguir.
Y aunque se trata de un trabajo especialmente útil para el cine, en Bolivia esta técnica todavía está dando sus primeros pasos.
Paola Romay es maquillista profesional hace cinco años. Ella misma percibe que su carrera tiene un impacto especial en otras personas, pero a la vez reconoce que el maquillaje de efectos especiales es menos rentable que el maquillaje social, aplicado principalmente en novias o personalidades.
A pesar de ello, y como una luz en el túnel, Romay afirma que “como hay un movimiento importante en el cine, también hay más demanda en el maquillaje”.
Además asegura que la mayor parte de las maquilladoras de efectos especiales en el país tienen un conocimiento empírico, nacido de la práctica y el trabajo en campo.
Esto se debe a la ausencia de institutos de maquillaje a nivel profesional y especializado, como los hay en Argentina, donde Romay pudo estudiar años atrás.
Es así que hace dos años empezó con una academia de maquillaje llamada Neo Make Up, donde se dictan cursos prácticos de hasta tres meses y también se dan talleres de uno o dos días.
“En cada curso veo que hay mucho interés de gente joven en el maquillaje y eso motiva mi pasión por enseñar”, comenta.
MAQUILLAJE E INSTRUMENTOS
El maquillaje juega un papel importante en la puesta de escena y por eso los expertos recomiendan ser selectivos con el producto para aplicar en la piel.
En ese sentido, uno de los problemas en nuestro medio es el costo y la accesibilidad del maquillaje, porque en productos importados el precio tiende a elevarse.
Si se quiere aplicar maquillaje profesional, una de las empresas proveedoras maneja un rango de precios de 60 a 700 bolivianos.
Los más caros son los maquillajes en alta definición que permiten un acabado más fino y real en la piel. “Sin duda, trabajar con un buen maquillaje ayuda mucho frente a la cámara”, agrega Romay.
Y aunque es elemental el manejo de un maquillaje básico, para realizar efectos especiales también es necesario abastecerse de productos específicos que darán más credibilidad al trabajo.
Por ello, esta técnica va casi de la mano con el maquillaje prostético, que consiste en magnificar partes del cuerpo mediante prótesis.
De esta manera se pueden conseguir narices más grandes, cabezas deformes o miembros corporales sueltos, simulando accidentes.
Por otro lado, una de las características particulares de los maquillistas es el manejo de un estuche lleno de instrumentos que cobran vida en sus manos. Los que nunca deben faltar son las esponjas con diferentes texturas, las espátulas de fierro o de plástico que se usan para seleccionar colores sin mezclarlos, también los pinceles planos y redondos e incluso algunas herramientas odontológicas.
Cada rostro y cada diseño es una creación aparte. Se necesita de talento, pasión, creatividad, práctica y dedicación para ser un maquillista destacado.
Pues como expresa en su portal web la maquilladora chilena Susana Ubila, “el maquillaje es otra rama del arte, y cada rostro lavado se asemeja a un lienzo en blanco…”.
(RECUADRO)
HAY CINCO TÉCNICAS DE MAQUILLAJE QUE VARÍAN SEGÚN LOS FINES
El maquillaje artístico se basa en cinco técnicas: maquillaje social, el caracterizado, el artístico, el publicitario y el de efectos especiales.
Cada uno tiene una particularidad en su aplicación y varía de acuerdo al propósito que quiera alcanzar el cliente.
El maquillaje social se lo utiliza mucho en eventos especiales como matrimonios, fiestas de quince años o presentaciones de personalidades.
El maquillaje caracterizado se lo aplica mayormente en teatro, porque busca dar vida a un personaje a través de la pintura aplicada en el rostro.
El maquillaje artístico se trata de un arte más estético, con colores intensos, perlas, brillos y figuras que salen de lo convencional y pueden ser usados en fiestas folclóricas.
El maquillaje publicitario busca una concordancia entre el producto y quien lo presenta, para lograr los resultados que la empresa espera obtener al promocionarlo.
Cada rostro y cada diseño es una creación aparte. Se necesita de talento, pasión, creatividad, práctica y dedicación para ser un maquillista destacado.
60
Bolivianos, es el precio mínimo de un maquillaje profesional. El precio puede llegar hasta los 700 bolivianos.
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