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martes, 17 de mayo de 2011

Las bellas durmientes acaba sus jornadas de producción

Comedia: Marcos Loayza dice que en el rodaje “la posesión del balón fue gaffers 70%, dirección 30”.

Ayer era el último día de grabación con actores. Y es que la producción de Las bellas durmientes, nueva cinta de Marcos Loayza, llega a su término en Santa Cruz. Quedarán, intuimos, las imágenes de apoyo y algunos registros sonoros. Pero el grueso de la producción ya está concluido.

Cauto y con el tiempo medido, Loayza sostiene en un intercambio por correo electrónico que “es difícil tratar de hablar acerca de una película en el momento de su construcción. (Las bellas durmientes) es una película sobre el esclarecimiento de un crimen que sacude a nuestra sociedad”.

Tampoco se anima a establecer un paralelo con sus anteriores filmes —Cuestión de fe (1995), Escrito en el agua (1999) y El corazón de Jesús (2003)—. “Cómo saber sin tenerla terminada. Uno trata de hacer cosas nuevas y lo consigue, pero también, sin quererlo, uno tiene su propia manera de ver el mundo, la sociedad, al hombre, el cine. De sentir el cine, de entender las artes, el encuadre, el tiempo, el movimiento, el drama, los personajes, las maneras de narrar. Así, uno casi sin quererlo tiene un universo que se podría llamar estilo”.

COMO EL FÚTBOL. Acerca del proceso de rodaje, que se inició el pasado jueves 14 de abril, el realizador, seguidor confeso de Independiente de Avellaneda (Argentina) y de Bolívar, además de practicante de partidos los fines de semana, refiere que la cosa fue “actores 4, técnicos 1. Posesión del balón: gaffers 70 por ciento, dirección 30”. Ya más serio, dice que se trató de un rodaje normal, “en armonía, con todas las procesiones por dentro, con muchas pasiones”.

En el sitio creado para promocionar la película —www.bellasdurmientes.com— el cineasta paceño comenta que los bolivianos nos quejamos de que estamos mal, pero no reflexionamos por qué. La película, indica, tampoco pretende dar las respuestas. “Yo nunca pude plantear las respuestas para eso ni para nada, sino apenas alcanzo a encontrar algunas preguntas. Con eso me doy por satisfecho, creo que esa es la función del artista en su sociedad, no es un profeta ni un propagandista”.

RODAJE EN FACEBOOK. La red social no estuvo exenta de datos acerca de la producción, pues casi a diario el cineasta incluía comentarios sobre cómo les iba. Por eso, cuando puso la emoción que se sintió tras grabar la secuencia más fuerte, que terminó en llanto, explica que “no fue sino un par (de lágrimas). Después de mucha tensión por la dificultad técnica, actoral y de sonido, salió bien. El actor alcanzó su plenitud y el equipo no pudo aguantar su emoción. Son momentos únicos de hacer cine”.

No se aventura a dar cifras porque “seguimos gastando y no cerramos el presupuesto”. Espera que sea una “buena película”. Prevé estrenarla a escala nacional “la última semana de septiembre”.

Intérpretes

Andrea Aliaga (Cecilia) es una mujer acechada.

Gyselli Ayub (Francesca), modelo que trabaja en TV.

Daniel Larrazábal, detective obseso con los crucigramas.

Julio Kempff, un riguroso ser con mucha lucidez.

Elías Serrano, médico forense que ayuda a resolver crímenes.

Paola Salinas, policía que practica como instructora de la danza del tubo.

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