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miércoles, 1 de agosto de 2012

Veteranos mercenarios


Sylvester Stallone se propuso resucitar como los viejos rockeros y lo consiguió con The Expendables II (Los mercenarios 2”, en español) cuando nadie apostaba un centavo por su regreso a las pantallas. Ahora, vuelve con una secuela de la que forma parte un poderoso elenco de nostálgicos y experimentados actores.

Leyenda del cine y nominado a dos Oscar (actor y guión) por su inolvidable papel del boxeador Rocky Balboa en 1976, Stallone logró la financiación y la atención necesaria para presentar un proyecto en 2010 con el que volver a hacer ruido. Consiguió convencer a otros colegas del cine de acción que brillaron junto a él en décadas pasadas, nombres como Bruce Willis y Dolph Lundgren (Soldado universal), para protagonizar un filme con el inconfundible olor a los largometrajes de la década de los años 80, testosterona y poco diálogo para deleite de varias generaciones.

Pese a su cuestionable calidad y el aspecto envejecido de su protagonista, Stallone sorprendió con un notable resultado en taquilla (274 millones de dólares a nivel mundial) y la posibilidad de hacer otra nueva entrega para los machos más machos, esta vez con el ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger como estrecho colaborador.

Juntos se presentaron la semana pasada en la feria Comic Con en San Diego, donde siguen siendo figuras respetadas por el público aficionado a los personajes de acción más tradicionales. El reclamo de los dos nombres llenó el pabellón donde presentaban la cinta, con un estilo similar pero con cambios notorios para animar al personal a acudir a las salas de cine.

Rambo introdujo a su colega Terminator como uno de sus “hermanos en el negocio del arte duro”. “Una estrella única, y una especie de tipo que no volveremos a ver en el cine”, agregó.

Ambos lideran un grupo de veteranos mercenarios con suficiente cuerda como para embarcarse en una nueva misión. Si en la primera se las veían con el ejército de una república bananera, en esta ocasión se enfrentan a otro mercenario, pero esta vez enemigo e interpretado por otra figura con solera del cine de acción: Jean Claude Van Damme.

Además, se ha incorporado al reparto otro mito como Chuck Norris, aparte de Jason Statham, Jet Li, Randy Couture y el joven Liam Hemsworth (Los juegos del hambre).

“En la primera película se trataba de encontrar la fórmula que iba a funcionar”, explicó Stallone ante el público de San Diego. “Tenía más elementos dramáticos y de comedia. Pero en la segunda, te apoyas en lo que funcionó en la primera y tratas de amplificarlo”.

En esta ocasión Stallone ha preferido no dirigirla, una tarea de la que se encargará Simon West (Con Air, 1997), pero sí ha tenido que ver con la redacción del guión, algo que considera imprescindible en una era en la que encontrar un libreto que se ajuste a su figura es cada vez más difícil.

“Yo estoy abierto a hacer cintas independientes, a contar historias más profundas, pero nadie quiere financiarlas”, aseguraba el actor de origen italiano de 66 años en una entrevista reciente.

La otra cara de esta buena racha que vive ha sido la reciente noticia de la muerte de su hijo Sage, con quien compartió escena en Rocky V. El actor de 36 años falleció hace poco por una aparente sobredosis de pastillas. Fue hallado en su apartamento de Studio City, en Los Ángeles, después de que no se supiera nada de él en varios días.

Algunos reportes se han referido al estado de depresión y abandono que estaba atravesando el joven Stallone, nacido fruto de la relación del actor con Sasha Czack, con quien el protagonista de Rambo estuvo casado 11 años.

Es de suponer que los rumores y las preguntas sobre el trágico suceso marcarán ahora el estreno de la cinta, un momento difícil en la vida del actor en plena recuperación de su carrera cinematográfica (DPA).

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