Leonardo DiCaprio no puede disimular el orgullo que le produce hablar de El Renacido, la cinta del director mexicano Alejandro González Iñárritu que considera “una obra de arte” y con la que parte como favorito para alzarse con el Premio Oscar al mejor actor.
“No voy a ocultar que fue el rodaje más difícil de mi vida, pero al final ha tenido su recompensa porque Iñárritu ha traducido ese esfuerzo en una obra de arte”, dijo DiCaprio en una entrevista con Efe.
“Nos embarcamos en un viaje existencial en plena naturaleza y nos exigimos hasta el límite de nuestras fuerzas. Estábamos allí por una razón y creo que el espectador se va a emocionar increíblemente con esta historia. Es algo realmente original. Ya no se hacen películas así”, manifestó el intérprete de 41 años.
La cinta, basada en hechos reales, narra la historia de Hugh Glass (DiCaprio) un reconocido explorador que fue atacado por un oso y abandonado por sus compañeros de expedición, pero cuyo deseo de venganza le lleva a sobrevivir y emprender una odisea de cientos de kilómetros para dar con quienes lo traicionaron.
Para lograrlo, Glass deberá recuperarse milagrosamente de sus heridas, superar un brutal invierno y evitar enfrentamientos con las tribus de indios americanos que poblaban la zona del oeste estadounidense a comienzos del siglo XIX.
“Sabía perfectamente qué tipo de cineasta era Alejandro. Es alguien increíblemente amable, cortés y colaborador que busca hacer la mejor película posible y que tiene en cuenta todos los elementos para que el espectador viva una auténtica inmersión cuando se adentre en el cine”, explicó DiCaprio.
En los meses previos al estreno, han sido varios los testimonios que han calificado la producción como “un infierno” y “una pesadilla” por la dureza de las condiciones climatológicas en las que se llevó a cabo la filmación, que provocaron despidos y renuncias varias.
La cinta se rodó únicamente con luz natural -un maravilloso trabajo del director de fotografía mexicano Emmanuel “El Chivo” Lubezki- y hubo que desplazar el equipo desde Canadá hasta la Patagonia argentina en busca de la nieve necesaria para rodar el tramo final del filme.
“Lógicamente, Iñárritu protege su visión. Lucha de forma incesante por conseguir lo que quiere y por lograr la autenticidad a cualquier precio”, declaró un DiCaprio que asegura que Iñárritu posee “las mejores virtudes” de “los más grandes cineastas” con los que ha trabajado, incluido Martin Scorsese.
“Quería trabajar con Alejandro. Es alguien a quien respeto enormemente. La gente, y esto ocurre con muy pocos directores, ve su cine no por su espectáculo, sino por su arte. Igual que el de Scorsese”, apuntó el cuatro veces candidato al Óscar.
DiCaprio indicó que Iñárritu posee un “vasto conocimiento” de la historia del cine y que trata de pintar “un cuadro” con cada una de sus películas.
“Tiene pinturas muy específicas -aseveró-, tiene clara la pátina que quiere emplear y el lienzo que va a usar. Y es implacable e inflexible a la hora de lograr lo que busca”.
En el corazón de la historia aparece el trato de Glass con su hijo, fruto de una relación con una india de la tribu de los Pawnee, que se convertirá en la clave para la supervivencia del personaje en condiciones tan extremas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario