Una carga de supuestos desechos tóxicos enviada a Sudamérica y abandonada en el altiplano boliviano en 1995, y descubierta por los pobladores del lugar, es la trama de la película Carga sellada, que se estrenará el 21 de enero en La Paz.
Julia Vargas, fotógrafa profesional, educadora en medios, guionista y directora de cine, es autora del filme, que se rodó en el altiplano en invierno, a 4.000 metros sobre el nivel del mar.
La coproducción con Venezuela, México, aporte francés y Conacine, y en el marco de Ibermedia, es protagonizada por Gustavo Sánchez Parra (Amores perros, Tiricia), los venezolanos Gonzalo Cubero y Prakriti Maduro y los bolivianos Fernando Arze, Luis Bredow, Daniela Lema, Marcelo Quina, Jorge Hidalgo.
Según Vargas, la trama, basada en la vida real, se desarrolla en un tren que está a cargo de un maquinista y tres policías, y una pasajera clandestina, que llevan una carga que “acaba siendo maldita”.
En su travesía “buscan su destino por el altiplano boliviano, enfrentando ataques de pobladores enfurecidos y en medio de traiciones y desengaños en una convivencia forzada que cambia el rumbo de sus vidas”.
La tarea es encomendada al capitán Mariscal, un ambicioso y arribista capitán de Policía junto a tres subalternos: el servil Choque, el temeroso Mamani y el rebelde Urdimala.
Los campesinos instigados por el guardián de las tierras frenan el ingreso de los desechos en su territorio. La prensa saca a luz el escándalo. Los ocupantes del tren son abandonados a su suerte. El ‘tren fantasma’ va y viene a través del amplio paisaje desértico del altiplano.
La edición y efectos del filme, que se exhibe en La Habana y ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de la India, se hicieron en Argentina, el sonido en México y la posproducción en Barcelona.
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