¿Le convencen los actores elegidos para estos papeles?
Adaptar una historia muy famosa es fácil de vender, porque si le gusta a tanta gente por algo será. Pero todos los fans ya se han imaginado la película en su cabeza y además creen que la obra es suya: '¿cómo pueden hacernos esto?'. 'Ojalá fracasen y hagan un remake'. ¿Tenían razón los fans al quejarse de estos fichajes?
Michael Keaton en 'Batman'
No sabemos dónde se quejaba la gente antes de que existiera internet, pero lo hacían. Tim Burton eligió a Bitelchús para hacer de Bruce Wayne y le criticaron por bajito, por calvo, por feo, por viejo y por escuálido. 'Mejor que haga de Joker', escribió un crítico. Burton quería representar precisamente que Wayne es un tipo corriente venido a más.
Sofia Coppola en 'El Padrino III'
El nepotismo es tendencia en la política pero en el mundo del espectáculo puede arruinar vidas. La crítica se cebó con una Sofía de 18 años, acusándola de arruinar la película ella sola. Sofia, como Enrique Iglesias, tardó varios años en demostrar su talento. Lost In Translation le dio un Oscar y Hollywood la perdonó. Viendo cómo retrata ella a Hollywood, está claro que aún no ha olvidado.
John Wayne en 'El conquistador de Mongolia'
Si Hollywood sólo contrata actores blancos en 2015, imagínense en los años 50. Wayne era la quintaesencia del cowboy parco en palabras, el americano trabajador con valores inquebrantables. Por alguna razón se empeñó en interpretar a Genghis Kahn, con un maquillaje oriental desastroso que empujó a El conquistador de Mongolia a todas las listas de 'las peores películas de la historia'.
Ben Affleck en 'Batman v Superman'
Sin rumores previos, todo el mundo creyó que este fichaje era una broma. Affleck es demasiado famoso y tiene demasiado prestigio como director para meterse en una ristra de secuelas ruidosas. Se supone que está por encima, pero él no lo cree. Físicamente, es igual que el Batman de los dibujos, y eso que aquella mandíbula parecía inhumana.
Robert Pattinson en 'Crepúsculo'
La autora quería a Henry Cavill (qué lista), pero era demasiado mayor para colar como estudiante de 109 años. Pattison recuerda cómo 'la gente me insultaba por la calle cuando me eligieron para Crepúsculo... y siguieron insultándome tras acabar la saga'. Pobre Robert.
Las nuevas Cazafantasmas
'¿Pero cómo van a ser cazafantasmas, si son chicas?', '¡Las chicas no pueden ser graciosas!', 'Madre mía, además son feas', '¿Y no van a hacer otra con chicos?', 'Encima cogen a Chris Hemsworth para hacer de secretario sexy', 'Qué feminazis'. ¿Cuánto falta para que caiga ese meteorito en la Tierra?
Jennifer Lawrence en 'Los juegos del hambre'
Recién descubierta en Winter's Bone, Jennifer (aún no era J-Law) fue rechazada por los fans de los libros, que preferían a Shailene Woodley o Mia Wasikowska. Lawrence fue acusada de ser demasiado vieja, sonriente, gorda, guapa y débil. Ella pidió tranquilidad: 'yo también soy fan de los libros, y tampoco estoy de acuerdo con mi fichaje'.
Vivien Leigh en 'Lo que el viento se llevó'
En los años 30 no había tantos papeles femeninos fuertes como para que llegase una inglesa a robárselo a las actrices americanas. Leigh se empeñó en perfeccionar su acento sureño, y el resto es historia. Estados Unidos tardaría 60 años pero se vengó robándoles a los ingleses a Bridget Jones.
Audrey Hepburn en 'My Fair Lady'
La comunidad teatral no dio crédito al fichaje de Audrey como Eliza Doolittle. Ni sabía cantar, ni era creíble como vagabunda sin estudios. Veían injusto que Julie Andrews, que había brillado con ese papel en el teatro, no fuese elegida por ser una desconocida. Un año después, una ya-no-tan-desconocida Julie Andrews le quitó el Oscar a Hepburn gracias a Mary Poppins. Karma en estado puro.
Daniel Craig en 'Casino Royale'
Cuando Craig se impuso al favorito de los fans (Clive Owen) como James Bond, recibió todo tipo de insultos absurdos: feo, enano, vulgar, escocés, orejón, calvo, rubio (!). Ahora a todo el mundo le encanta, y aquellos insultos palidecerán (*palidecerán*) con los que se escribirán el día que se anuncie un James Bond negro y salga a relucir lo peor de nosotros como humanidad.
Heath Ledger en 'El caballero oscuro'
Internet ya era un monstruo fuera de control en 2007, y ardió con el fichaje del guaperas de 10 razones para odiarte como el Joker. Pronto empezaron rumores de que Ledger estaba haciendo un trabajo angustioso y atormentado, que le afectaba psicológicamente. El mundo contuvo la respiración y finalmente Ledger murió por sobredosis antes del estreno de la película, ganando un Oscar póstumo.
Beyoncé en 'Dreamgirls'
Beyoncé interpreta a Deena, que es muy guapa, pero canta regular y aun así llega muy lejos sólo porque da bien en las fotos. Effie canta mucho mejor pero la sustituye por Deena porque está gorda. Por supuesto, Beyoncé no iba a permitirlo. Ella canta genial todo el tiempo, igual de bien que Effie, así que la historia de la película no se entiende.
Renee Zellweger en 'Bridget Jones'
La heroína descarriada de finales de siglo era un icono de la clase media (soltera) británica. Por eso cuando eligieron a esta tejana los fans se sintieron traicionados. Ellos preferían a Rachel Weisz o Kate Winslet. La cara antigua de Renee Zellwegger triunfó como Bridget, y la mayoría de los británicos siguen creyendo que la actriz es inglesa.
Sean Connery en 'James Bond contra el Dr No'
El creador del agente 007, Ian Fleming, quedó horrorizado al conocer al escocés: era demasiado vulgar, bajito y calvo. Fleming prefería a Christopher Lee, que además era su primo. Unas clases de protocolo y un peluquín convirtieron a Connery en el mítico James Bond que salvaba el mundo y cuando una mujer le decía 'no' él siempre entendía 'sí por favor'.
Anne Hathaway en 'El caballero oscuro. La leyenda renace'
Sí, la gente es muy pesada con Batman. Aquí el problema es que Michelle Pfeiffer hizo una de las interpretaciones más magnéticas y carismáticas de la historia. Puede haber otros Batman, incluso varios Joker, pero sólo hay una Catwoman. Hathaway fue considerada demasiado sosa, no como la otra opción: Angeline Jolie, que habría sido una Selina fabulosa, pero demasiado similar a Pfeiffer.
Judy Garland en 'El mago de Oz'
A los 17 años, Garland fue considerada demasiado mayor para el papel de Dorothy. Tenía demasiadas curvas y había que arreglarle los dientes. El público salió horrorizado de la película, criticando especialmente la canción Over the Rainbow. Nunca un fracaso de taquilla ha trascendido tanto hasta convertirse en un clásico.
Mickey Rooney en 'Desayuno con diamantes'
Sólo hay una cosa peor que un personaje que parodia los tópicos de una raza entera: que sea interpretado por un actor americano con prótesis. La propaganda anti-japonesa de Yunioshi es tan vergonzosa que no existe edición en vhs, dvd o bluray en la que el productor, el guionista y el director no se disculpen públicamente.
Jake Gyllenhaal en 'Príncipe de Persia'
Uno de los videojuegos más emocionantes de nuestra infancia tenía un pequeño inconveniente en su adaptación al cine: 'persa' significa 'árabe', y Hollywood no trabaja con árabes. La solución fue coger a un actor blanco, guapo y cachas pero con las cejas muy tupidas para dar el pego. Gyllenhaal hizo lo que pudo, pero no se le veía nada cómodo en el papel y nunca hizo secuela.
Scarlett Johansson en 'Ghost in the Shell'
La legión de fans de esta película de culto sobre robots con alma anda ultrajada por la elección de Scarlett. Es demasiado sexy y demasiado famosa. Pero si alguien hiciese un robot, ¿no tendría sentido hacerla guapísima como Scarlett? Por otro lado, ella ya ha demostrado poder ser oscura y aséptica en Lucy y Under the Skin. Sí a Scarlett. Siempre.
Todo el reparto de 'Stonewall'
En el mundo real, los manifestantes que sufrieron la discriminación y violencia en Stonewall eran en su mayoría transexuales negras y latinas. En la película, son gays blancos y musculosos. El boicot ha sido unánime, después de que el director se defendiese así: 'nadie querría ir a ver una película protagonizada por transexuales negras'. Aplauso lento.
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