Orson Welles dejó una película por terminar, The other side of the wind, más de 1.000 bobinas guardadas bajo llave en un almacén parisino cuyo contenido inédito podría estrenarse en 2015, 30 años después de su muerte y un siglo desde que viniera al mundo un 6 de mayo de 1915 en Wisconsin.
Welles rodó entre 1970 y 1976, a intervalos y de forma caótica, un proyecto muy personal que fracasó por falta de fondos, que se centraba en la figura de un legendario director venido a menos después de mudarse a Europa que decide regresar a Hollywood para revivir su carrera.
El material rodado ha permanecido oculto desde el fallecimiento de Welles, bajo la custodia de su hija y única heredera, Beatrice, quien comparte los derechos de explotación con la actriz Oja Kodar. A pesar de varios intentos por sacar a la luz el material, la falta de acuerdo entre las partes hizo imposible la finalización del filme hasta que los productores Frank Marshall y Filip Jan Rymsza, lograron desbloquear la situación
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