La trayectoria de Jorge Bergoglio desde su juventud hasta su elección como papa centra la película Llámenme Francisco, que estos días se rueda en Buenos Aires, protagonizada por el argentino Rodrigo de la Serna a las órdenes del italiano Daniele Luchetti.
"Queremos contar el recorrido humano de este hombre que hoy es el más grande líder espiritual de nuestro tiempo”, sostuvo Luchetti durante la presentación del proyecto en la capital argentina.
Llámenme Francisco comienza en 1963 con un joven Bergoglio, que vive después los horrores de la historia argentina durante la última dictadura militar (1976-1983), la pobreza que golpeó al país tras la década de 1990 y la crisis de 2001, hasta llegar al cónclave que le eligió como Sumo Pontífice.
En este repaso por los cincuenta años previos a su asunción como Papa, el filme busca recrear, en palabras de su director, la juventud del Bergoglio, "su recorrido, sus dudas, sus errores, sus puntos fuertes”.
Rodrigo De la Serna (Diarios de Motocicleta) encarna al joven Bergoglio en lo que considera "una oportunidad única en la vida”. De la Serna comparte rodaje con Mercedes Morán (Betibú), que cuenta con un papel muy acotado en la película, el de Esther Balestrino, una exiliada comunista paraguaya que, pese a sus diferencias, traba amistad con Bergoglio durante la dictadura militar argentina.
"El personaje del Papa adquiere una dimensión muy humana y muy real y la película da otra posibilidad de tener una mirada sobre un período histórico para nosotros realmente especial”, apuntó Morán. Para el actor chileno Sergio Hernández, que encarna a Francisco en la última etapa de la cinta, el papel constituye "un desafío muy grande”.
El proyecto cuenta con un guión elaborado por el argentino Martín Salinas, basado en el libro El Papa de la gente de la periodista argentina Evangelina Himitian. "Partimos del libro pero en el trabajo vimos que era óptimo pero que no podíamos aferrarnos sólo a eso. El Papa es más grande que un libro”, añadió el productor italiano, Pietro Valsecchi.
Valsecchi sostiene que esta coproducción italiana tiene "vocación internacional” y está pensada para "ser proyectada a todo el mundo”. Tras concluir el trabajo en Buenos Aires, el equipo continuará rodando en Roma, para recrear el cónclave que el 13 de marzo de 2013 eligió a Bergoglio como el sucesor de Benedicto XVI, y en Alemania, donde estudió teología a los 48 años y conoció la imagen de la Virgen "Desata Nudos” que luego llevaría a Argentina.
El rodaje de Llámenme Francisco coincide en Buenos Aires con la grabación de Francisco, una producción hispano-argentina que también relata la vida de Bergoglio y está protagonizada por el argentino Darío Grandinetti y dirigida por Beda Docampo Feijóo. Una coincidencia que los protagonistas de ambos proyectos han celebrado aunque, según De la Serna, la coproducción italiana "es más ambiciosa” porque abarca un periodo más largo de la vida de Bergoglio. Para el productor de Llámenme Francisco tampoco es un problema: "No son suficientes dos películas para contar la historia de Francisco. Hace falta muchas más”, subrayó el productor Valsecchi.
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