La agrupación de mujeres feministas “Mujeres Creando” trae a la Alasita 2015 una novedosa propuesta cultural. Niñas, niños, jóvenes y adultos podrán ver este cortometraje de 20 minutos de duración todos los días a partir de las 18.00. La entrada es de Bs 3, par Bs 5.
“Perros bienvenidos, niños y niñas no pagan, no confiscamos comida, es un cine k’atu donde te puedes comprar la película, la escultura de la protagonista y todo lo que una mujer rebelde puede necesitar para tirar para adelante su rebeldía personal”, expresa la invitación a esta actividad.
La película ofrece un compilado de críticas e interpretaciones antipatriarcales y descolonizadoras a partir de la deconstrucción del dios de la abundancia, el Ekeko. María Galindo es la directora de este film.
La verdadera historia de la Ekeka está inspirada en el trabajo de varias mujeres víctimas de violencia, quienes plasmaron a la illa femenina hace ya más de seis años.
La primera versión de la Ekeka nació en 2009, de las manos de Denisse Osterman, escultora del equipo de Mujeres Creando que interactuaba con mujeres víctimas de violencia. Ellas la moldeaban, la pintaban a mano y la vendían; ganaban algún dinero y, al mismo tiempo, volcaban su crítica antipatriarcal en la obra de arte.
Esta primera Ekeka va en bicicleta, acompañada de su perro, “como compañero real de su vida”; lleva en brazos a su hijo y carga en la espalda, junto con miniaturas de diversos objetos, a un hombre sedado por el alcohol.
La segunda Ekeka, gestada en 2012, deja al Ekeko dormido en el suelo, con una botella de alcohol en la mano y un letrero en el pecho que dice: La Ekeka siempre fui yo. Lleva en la espalda, con otras miniaturas, un corazón rojo, un trinche y alas para volar, y tiene en la mano izquierda una maleta donde se lee: sueños, esperanza, alegría, rebeldía. Ekeka. //mujerescreando.com
La invitación añade que este material es “proyectado en pantalla grande con sonido estéreo y ganas de apoyar a Fenaena (Federación Nacional de Artesanos de la Alasita) y de hacer arte de esta maravillosa cultura popular. No desde el púlpito de los críticos, ni desde el cómodo Museo, sino desde la calle... cine con olor a niño trabajador curioso, a Ekeka real que carga wawas y a trabajadora de bembe que se toma un descanso en el k’atu, mientras disfruta de la peli”. Están todos invitados.
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