En "Salvajes", el cineasta estadounidense Oliver Stone retrata la batalla sin tregua, aunque todavía "hipotética", entre los neo-hippies en California y un cartel de la droga mexicano que busca establecerse en el otro lado de la frontera.
Adaptado del exitoso libro homónimo del estadounidense Don Winslow, "Salvajes" se estrena el viernes en las pantallas de Estados Unidos y Canadá, y entre la semana próxima y septiembre en Latinoamérica y España.
Oliver Stone reencuentra aquí la energía que había perdido en "Wall Street 2" (2010) y vuelve a tocar un tema -la droga- recurrente en su filmografía desde "Expreso de Medianoche" (1978) y "Scarface" (traducida como "Caracortada" o "El precio del poder", 1983), para las cuales también escribió el guión.
En "Salvajes" ("Savages" en inglés), Stone pone en escena a tres neo-hippies californianos, Ben (Aaron Johnson), Chon (Taylor Kitsch) y Ophelia (Blake Lively), que comparten su vida entre el surf, la marihuana, las compras, los "ménage à trois" y una floreciente empresa de cultivo de cannabis.
Es una vida muy agradable, hasta el día en que el cartel de Elena (Salma Hayek) quiere meter mano en su negocio y les propone una alianza. Ben y Chon se niegan y los esbirros de Elena (interpretados por Benicio Del Toro y Demian Bichir) secuestran a Ophelia para ejercer presión.
Los dos hippies deciden entonces tomar las armas e iniciar una guerra a muerte.
"Es una ficción, una situación hipotética", dijo recientemente Oliver Stone en la presentación del film en Beverly Hills.
"No es 'Traffic' (de Steven Soderbergh, 2000). 'Traffic' fue una cinta formidable, pero mucho más cercana a un documental. 'Salvajes' es una ficción. Y lo que cuenta aún no ha pasado".
Como es su costumbre, Stone se documentó y entrevistó a mucha gente durante la preparación de la película.
"Aún no hay ninguna señal de violencia importante (vinculada a las drogas) del lado estadounidense. Nada muy grande", dijo, comparado con los 50.000 muertos en México por la guerra contra los carteles.
"A los carteles mexicanos les interesa quedarse de su lado de la frontera, porque si vinieran aquí (a California), tendrían muy mala publicicidad y sufrirían las consecuencias".
Reconoce no obstante que los carteles no están totalmente ausentes del mercado californiano. "Están (en California), cultivan cannabis, se sabe, ha habido arrestos. Y quizás tienen acuerdos, porque los mejores laboratorios del mundo están aquí".
Este decidido partidario de la despenalización de las drogas no ahorra elogios para el cannabis californiano, cuya venta está autorizada en el estado oficialmente para fines terapéuticos.
"Tenemos aquí productores independientes para un mercado de escala humana, y son gente de bien", dijo. "Cultivan una hierba formidable, la mejor que haya fumado jamás en 40 años".
Si el corazón de Oliver Stone se inclina claramente a favor de los neo-hippies, su ojo de cineasta se complace en desestabilizar su pequeño mundo al sumergirlos en una cruda violencia.
Para encarnar a la despiadada "madrina" del cartel, eligió a la mexicana Salma Hayek, ataviada para la ocasión con una peluca oscura al estilo Cleopatra.
"Es un hueso duro de roer", dijo Stone sobre la actriz de 45 años, contando que Hayek le reclamó que no le hubiera hecho una audición para "U Turn" ("Camino sin retorno" o "Giro al infierno", 1997) y le hubiera dado el papel a Jennifer López.
"Quedé atónito. Para 'Salvajes', le mandé un mensaje a Europa y le dije solamente: 'Es para ti'".
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