Minuto de silencio por las víctimas de Aurora, A continuación, presentamos en su totalidad las palabras del Presidente de EUA Barack Obama sobre la tragedia en Aurora, Colorado, divulgadas por la Casa Blanca y publicadas en The New York Times. Traducción El Molino.
PRESIDENTE OBAMA: Bueno, permítanme en primer lugar, decir que estoy muy agradecido a todos ustedes por estar presentes y lo mucho que apreciamos todo lo que han hecho. Yo sé que mucha gente aquí ha estado muy involucrada en la campaña, se han sacrificado mucho — hay personas que han estado involucradas desde el año 2007. (Aplausos.) Y por eso quiero que todos ustedes sepan lo agradecido que soy.
Sé que muchos de ustedes han venido hoy aquí para un evento de campaña. Yo estaba esperando que iba a tener una conversación divertida con ustedes esacerca de algunos asuntos realmente importantes que enfrentamos como país y las diferencias entre mi oponente y yo en esta elección. Pero esta mañana, nos despertamos con la noticia de una tragedia que nos recuerda a todos las maneras en que estamos unidos como una familia americana.
Por ahora, muchos de ustedes lo saben, muchos de ustedes han escuchado que a pocos kilómetros de Denver en una ciudad llamada Aurora, por lo menos 12 personas murieron cuando un hombre armado abrió fuego en una sala de cine, y docenas más están siendo tratados por heridas en un hospital local. Algunas de las víctimas están siendo atendidas en un hospital de niños.
Estamos reuniendo todos los datos sobre lo ocurrido en Aurora, pero lo que sí sabemos es que la policía tiene un sospechoso bajo custodia. Y el gobierno federal está dispuesto a hacer todo lo necesario para que quien sea responsable por este atroz crimen enfrente la justicia. (Aplausos.) Y vamos a tomar todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de todo nuestro pueblo.
Vamos a apoyar a nuestros vecinos en Colorado durante este tiempo extraordinariamente difícil. Tuve la oportunidad de hablar con el alcalde de Aurora, así como con el gobernador de Colorado para expresar, no sólo a nombre de Michelle y mío, pero de toda la familia americana, que estamos desconsolados.
Ahora bien, a medida que nos enteramos de cómo sucedió esto y quién es el responsable, es posible que nunca lleguemos a comprender lo que conduce a alguien a aterrorizar a otros seres humanos con un acto como éste. Este tipo de violencia, esta maldad no tiene sentido. Está más allá de la razón. Sin embargo, aunque nunca sabremos completamente lo que lleva a alguien a quitarle la vida a otro, lo que sí sabemos es lo que hace que valga la pena vivir. Las personas que perdimos en Aurora amaban y eran amados. Eran madres y padres, eran esposos y esposas, hermanas y hermanos, hijos e hijas, amigos y vecinos. Tenían esperanzas para el futuro y tenían sueños que no se alcanzaron a cumplir.
Y si algo se puede sacar de esta tragedia es el recordatorio de que la vida es muy frágil. Nuestro tiempo aquí es limitado y precioso. Y lo que importa al final de cuentas no son las cosas pequeñas, no son las cosas triviales, que tan a menudo nos consumen a nosotros y nuestra vidas cotidianas. En última instancia, es la forma que elegimos tratarnos los unos a los otros y cómo nos amamos unos a otros. (Aplausos.)
Es lo que hacemos a diario para dar sentido a nuestra vida y propósito a nuestra vida. Eso es lo que importa. Al final del día, lo que vamos a recordar será a quienes amamos y qué hicimos por los demás. Es por eso que estamos aquí.
Estoy seguro de que muchos de ustedes que son padres tuvieron la misma reacción que yo tuve cuando me enteré de esta noticia. Mis hijas van al cine. ¿Qué habría pasado si Malia y Sasha hubieran estado en el teatro, como tantos de nuestros niños lo hacen todos los días? Michelle y yo tendremos la suerte de abrazar a nuestras chicas esta noche un poco más fuerte, y estoy seguro de que ustedes harán lo mismo con sus hijos. Sin embargo, para aquellos padres que no pueden ser tan afortunados, tenemos que abrazarles y dejarles saber que vamos a estar a su lado como nación.
Así que, una vez más, les agradezco de que todos ustedes estén aquí. Estoy muy conmovido por su apoyo. Pero habrá otros días para la política. Hoy, creo, es un día para la oración y la reflexión.
Quiero pedir a todos que hagan una pausa, un momento de silencio por las víctimas de esta terrible tragedia, por las personas que los conocieron y amaron, por los que todavía están luchando para recuperarse, y por todas las víctimas de los actos menos publicitados de violencia que afectan a nuestras comunidades todos los días. Así, observemos un momento de silencio.
(Momento de silencio.)
Gracias a todos. Espero que todos ustedes mantengan a la gente de Aurora en sus mentes y corazones durante el día de hoy. Que el Señor les traiga consuelo y alivio en los días difíciles que se avecinan.
Agradezco a todos ustedes, y espero que, como consecuencia de los acontecimientos de hoy en día, al salir de aquí, pasen unos instantes en pensar en las increíbles bendiciones que Dios nos ha dado.
Muchas gracias a todos. Que Dios los bendiga. Dios bendiga a los Estados Unidos de América.
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